Según los datos que publica este jueves el Instituto Nacional de Estadística, extraídos de la Estadística de migraciones, durante el primer semestre de 2019 la población creció en 13 comunidades autónomas y se redujo en las cuatro restantes, así como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Concretamente, en nuestra ciudad la población se redujo un 0,47%, como producto del efecto conjunto del crecimiento vegetativo, del saldo migratorio con el extranjero y del saldo migratorio con otras comunidades autónomas determina el crecimiento o decrecimiento de la población de cada comunidad (además de un pequeño ajuste estadístico de población).
Hace justo un año, la población en Ceuta ascendía a los 84.829 personas, pero se redujo en 119 personas durante el primer semestre del año. Pese a que el saldo vegetativo en nuestra ciudad sigue siendo positivo, un descenso de 570 personas en el saldo migratorio interno ha generado este descenso poblacional.
Por su parte, aunque todas las autonomías presentaron saldo migratorio positivo con el exterior en la primera mitad de 2019, Ceuta está en última posición con sólo 57 personas, una cifra que contrarresta con las 47.119 de Cataluña, que está en primer lugar.
La población residente en España aumentó en 163.336 personas en la primera mitad del año y se situó en 47.100.396 habitantes a 1 de julio de 2019. Es la primera vez que se superan los 47 millones de habitantes. El aumento poblacional del semestre fue fruto de un saldo vegetativo negativo de 45.002 personas (169.216 nacimientos, frente a 214.218 defunciones), que se vio compensado con un saldo migratorio positivo de 209.097 personas (hubo 348.625 inmigraciones procedentes del extranjero y 139.528 emigraciones con destino al extranjero).
El crecimiento poblacional de España se debió, por tanto, al incremento de la población de nacionalidad extranjera, ya que la de nacionalidad española se redujo.
El número de extranjeros aumentó en 183.073 personas durante el primer semestre de 2019, hasta un total de 5.023.279 a 1 de julio de 2019. Este incremento respondió, en gran medida, a un saldo migratorio positivo de 205.678 personas.
Por el contrario, la población de nacionalidad española se redujo en 19.737 personas. Esta evolución fue resultado de un saldo vegetativo negativo (de 67.195 personas), que no se vio compensado por la suma del saldo migratorio positivo (3.419) y de las adquisiciones de nacionalidad española (que afectaron a 44.654 personas, según datos provisionales).
Si nos restringimos a los españoles nacidos en España, esta población se redujo en 63.447 personas a lo largo de la primera mitad de 2019.
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