Dos jóvenes son los autores de un nuevo robo violento ocurrido en el entorno de las naves del Tarajal, que esta vez ha tenido como víctima a un trabajador al que encañonaron con una pistola, agredieron y robaron 1.100 euros en moneda dírham.
La víctima, de 33 años, ya ha denunciado los hechos en la Jefatura Superior después de ser asistido en el Hospital Universitario, al presentar un ataque de ansiedad además de un golpe en la mejilla.
El suceso ha ocurrido pasadas las 13.00 horas y los dos autores implicados actuaron con violencia, a sabiendas de que su víctima podía portar dinero ya que durante todo el día hay personas que únicamente se dedican a dar vueltas y captar a las personas que van a ser objetivo de sus atracos.
La víctima, que trabaja repartiendo mercancía, sospecha que le habían vigilado. El atraco se produjo cuando abandonaba el polígono con el dinero recibido para hacer el pago a proveedores y más gastos derivados de la actividad de mercancía con la que está vinculado.
En la parte superior del polígono, la más próxima a la ITV, fue donde, a plena luz del día, se ha producido el ataque. Según ha denunciado la víctima, fue abordado por dos individuos que ocupaban una motocicleta y que tapaban parcialmente sus rostros con gafas oscuras, bragas o capuchas de sudadera.
Primero actuó el que viajaba ‘de paquete’, quien agredió físicamente a la víctima reiterándole las exigencias para que le diera todo el dinero que portaba. Sabían que lo tenían porque cuentan con informadores que marcan a quienes portan cantidades económicas.
Después intervino el piloto, que sacó del sillín un arma de color negra con la que encañonó a la víctima que tuvo que hacerle entrega de todo el dinero que tenía. Después, ambos huyeron en la misma moto.
La víctima acudió a pedir auxilio a los vigilantes de seguridad, siendo atendido después en el HUCE y trasladado en un zeta policial a la Jefatura para denunciar. La Policía ya trabaja en saber quiénes son los autores.
Lo ocurrido no es algo aleatorio en el entorno del Tarajal. Ahora la ha sucedido a este trabajador, pero son cuantiosos los atracos que se cometen sobre marroquíes que acuden a las naves a los que se les quita el poco dinero que tienen o la mercancía. Los ladrones saben que estas víctimas no suelen denunciar por miedo.
Los delincuentes portan cuchillos pero también armas de fuego, que no se sabe si son o no simuladas. Actúan disponiendo de la información que les aportan otros individuos que se dedican, a diario, a vigilar posibles focos de actuación y marcar a quienes pueden llevar dinero.
Hoy ha sido a este trabajador, pero son incontables los casos de robos, agresiones y acosos que se producen en una zona donde la vigilancia de las fuerzas de seguridad deja muchos vacíos sin cubrir.
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