A las puertas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que tendrá lugar este miércoles, desde Jóvenes de Comisiones Obreras, en colaboración con la Federación de Servicios a la ciudadanía de CCOO de Ceuta, continúan realizando una serie de reivindicaciones destinadas a concienciar a la población de la necesidad de acabar con esta lacra, en concreto, desde las desigualdades que se producen dentro del ámbito laboral. Este lunes, en una nota similar, recordaban los peligros de difundir estereotipos sexistas que acababan por normalizar la denigración de la mujer, apuntaban, "con el fin de sacar algún tipo de rédito económico". En esta ocasión, el tema a tratar han sido los "comentarios inapropiados en nuestros lugares de trabajo", indican desde la sección sindical.
El piropo, recuerdan, es "todo aquel comentario que las mujeres recibimos bajo la falsa creencia de que nos sentimos halagadas". Pero más allá de un posible halagado, puntualizan que la realidad es, a fin de cuentas, muy distinta. "Cuando las mujeres recibimos esta clase de adjetivos nos sentimos incómodas, intimidadas y en una posición inferior. Además, esta conducta está protegida por la construcción social de que, lejos de ofendernos, debemos estar agradecidas de que se fijen en nosotras". El germen de este tipo de situaciones lo encuentran, además de en una capacidad de la sociedad que consideran "nefasta" para diagnosticar y diferenciar nuestras propias actuaciones, también en la normalización de una serie de conductas machistas que, indican, influyen en nuestro día a día.
"Esta situación se da frecuentemente en nuestros puestos de trabajo", han explicado, fijando la mirada especialmente sobre el sector hostelero. "Las mujeres que trabajan en este sector se ven, en múltiples ocasiones, en situaciones de máxima incomodidad. Piropos, miradas, acercamientos, etc. son sólo algunos ejemplos de las vivencias de estas mujeres trabajadoras".
"Desde Comisiones Obreras de Ceuta no sólo denunciamos todas estas conductas, exigimos respeto y concienciación en materia de igualdad dentro de las empresas. El silencio de los compañeros y de los empresarios es cómplice de este tipo de violencia hacia las mujeres, así como las personas que contemplan la situación y callan ante ella", han sentenciado, recordando la relevancia que, a su juicio, tendría una implantación de recursos que pudiesen facilitar el hecho de denunciar ante este tipo de situaciones. "El piropo no es una propina", recordaron.
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