Tras varias horas digiriendo lo sucedido, y a pesar de ya estar mucho más calmados, la indignación del matrimonio compuesto por los
vecinos de Ceuta Cristina Garcés y Jaime Muñoz es la misma que a primera hora de esta mañana.
¿El motivo? Que
el primer barco les haya dejado en tierra por lo que, consideran, es una gran injusticia que les ha imposibilitado acudir a las 10.40 horas de hoy a la cita médica que tenían programada en el
Hospital Puerta del Mar de Cádiz. El
paciente, además, era su hijo de tres años a quien a principios de verano se le diagnosticó un problema de celiaquía y debía ser visto por un especialista en digestivo tras la referencia médica realizada por el pediatra que les atiende en Ceuta. Este es su relato sobre lo que ha ocurrido en la zona de embarque de vehículos del puerto sobre las seis de la mañana (el barco salía a las 6.30 am). “Cuando hemos llegado hemos entregado nuestra documentación, incluso el libro de familia y el DNI del niño, pues se lo saqué hace poco porque sabía que íbamos a tener que estar viajando con él a todos lados, y para nuestra sorpresa nos han pedido el certificado de residencia del niño, solo de él, impreso”, inician su relato.
No lo llevaban impreso, pero sí tenían el archivo en pdf en su móvil. “Han insistido en que debía estar impreso, así que nos han hecho enviarlo a un correo electrónico y ellos lo han imprimido”, detallan.
Pero ya con el certificado impreso lo que ha pasado ha sido indignante. “Ahí nos han dicho que no se veía completo el número de la huella electrónica y que no lo podían aceptar”, relata la madre del niño, que aún no sale de su asombro. Ella, comenta, lo enseñaba y ampliaba una y otra vez a través de su móvil, pero de nada servía. “¿Cómo puede ser posible si hace muy poco tiempo nosotros hemos viajado en el helicóptero y también en el avión hasta Barcelona sin ningún problema solo enseñando el certificado en el móvil?”, se preguntan.
Tampoco les ha servido de nada dar más explicaciones a los trabajadores de la naviera: “Les he dicho que íbamos a la cita médica en Cádiz, y ni por esas. Me parece de una falta de humanidad terrible, pero ya el colmo es que cuando hemos pedido poder abonar la diferencia con un billete de no residente para poder embarcar, tampoco nos han facilitado esa opción”, continúa explicando.
Finalmente se han quedado en tierra. No han podido acudir a la cita, “donde esperaba que el especialista nos ayudara y diera pautas, porque desde que sabemos que el niño es celiaco nuestra información es solo por internet”, y ahora tendrán que solicitar de nuevo una referencia a su pediatra en Ceuta y la solicitud de una nueva fecha.
El matrimonio ya ha cursado varias reclamaciones, tanto en el mismo puerto, donde denuncian que además han sido mal atendidos por el personal, como a través de la página web de Balearia y ante el Área de Consumo de la Ciudad.