La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 dejó ayer visto para sentencia un juicio seguido contra el magrebí I.M. al que se le acusa de resistencia a la Guardia Civil, después de que fuera sorprendido intentando colarse en uno de los buques que enlaza Ceuta con Algeciras. Los hechos tuvieron lugar en junio de 2019, cuando I.M. -que ayer no compareció al encontrarse en paradero desconocido- forcejeó con un componente del Instituto Armado que lo sorprendió intentando subir a uno de los camiones que iba a embarcar en el ‘Passió per Formentera’.
El guardia civil narró que a pesar de la insistencia para que se marchara de la zona restringida, el inmigrante hizo caso omiso, llegando a forcejear con él y cayendo en varias ocasiones ambos al suelo hasta que consiguió alejarlo de la zona restringida. Ya fuera, le esgrimió una especie de punzón con el que amenazó a los agentes por lo que se practicó su detención.
El testigo indicó que la actitud del acusado era de mucha alteración, por lo que sospechó que pudiera haber ingerido bebidas alcohólicas o inhalado pegamento. Llegó incluso a quitarse la camiseta para correr por la zona.
Otro componente de la Guardia Civil ratificó la lectura de los hechos, añadiendo que entre los insultos y amenazas vertidas dijo que “se había quedado con nuestras caras”. Sí dijo haber visto el acometimiento contra su compañero.
Fiscalía interesó una condena para I.M. por un delito de resistencia, solicitando la imposición de 6 meses de prisión al haber quedado acreditados los hechos por las testificales ofrecidas por los agentes.
Por su parte la Defensa reclamó la libre absolución al apuntar que habían existido contradicciones entre los dos agentes que prestaron declaración considerando que no quedó claro que hubiera habido una resistencia sino que el inmigrante quiso zafarse. En fase de instrucción su patrocinado llegó a declarar que había entrado en la zona restringida portuaria y que solo forcejeó con uno de los agentes porque se alteró.