El tribunal de la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dejado visto para sentencia un
juicio en el que figuraba de acusado el llamado M.Ch.Ch. por un delito de lesiones cometido en las inmediaciones de las
Murallas Reales, en un suceso brutal que conmocionó a la ciudad por la violencia empleada, dejando heridos sufriendo uno de ellos la amputación de un dedo. Después de escuchar a los testigos, el Ministerio Fiscal ha pedido que se le condene a una pena de
5 años de prisión por delito de lesiones, imponiendo además una multa de 50 días a razón de 10 euros diarios por otro delito leve de lesiones. Además se le pide como responsabilidad civil la cantidad de 29.890 euros por los daños ocasionados. A esas penas se ha adherido la Acusación Particular, mientras que la Defensa ha pedido la libre absolución.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron el 3 de agosto de 2020. La víctima, que en la fecha de cometerse el suceso acababa de cumplir 19 años y vivía en las naves del Tarajal tras haber pasado anteriormente por el centro de La Esperanza, ha señalado que se encontraba en las Murallas Reales y comprobó cómo el acusado, en compañía de otra persona, empezó a agredir a un grupo. Una vez terminaron, lo vieron a él y se acercaron amenazándolo con un cuchillo para que le entregara su teléfono móvil. La víctima ha señalado que pensó por un momento que lo amenazaban porque pensaban que había grabado la pelea. En ese momento se acercaron y el acusado empezó a intentar golpearle en la cara “unas 8 veces” con un cuchillo de grandes dimensiones, a lo que él respondía poniendo las manos para defenderse lo que le provocó que le cortara de raíz uno de los dedos de sus manos.
Ante ese hecho, empezó a gritar de dolor por lo que personas que había en la zona lo escucharon y se acercaron rápidamente siendo ellas las que dieron la voz de alarma a la Policía y al 061. El denunciante también ha indicado que tanto el acusado como su acompañante, “que iba con una gorra”, huyeron del lugar. Además del dedo cortado, la víctima ha indicado que también sufrió un corte en otro, pero en este se ha sometido a una operación de reconstrucción. Por último, se le ha mostrado al acusado y el denunciante ha señalado que era él “sin género de dudas” porque desde hace dos años su cara se le ha quedado grabada y porque le vio perfectamente cómo le agredía.
El acusado: "Estoy seguro de que no hice nada"
El acusado, por su parte, se ha limitado a no reconocer los hechos. Ha señalado que no puede decir qué hacía y dónde estaba el día del suceso, ya que para él fue “como otro día cualquiera”. Ha indicado que se quedó sorprendido cuando fueron a su domicilio y lo detuvieron por estos hechos. “Estoy seguro de que no hice nada”, ha expresado por último el acusado. Se ha renunciando a la declaración de la médico forense, ya que no se ha impugnado el informe de la Defensa que no niega las lesiones, pero sí que su representado fuera el autor. Asimismo se renunció a declaraciones de testigos por imposibilidad de contactar con ellos y con otro porque se fugó precisamente este lunes del centro de Menores. En la lectura de los informes, el Ministerio Fiscal ha pedido una sentencia condenatoria ya que a su juicio ha quedado demostrado que el acusado fue el que le profirió las lesiones. Asimismo ha querido dejar claro que la declaración de la víctima ha sido clara, concisa y sin entrar en contradicciones por lo que no debe generar ninguna duda. La Acusación Particular se ha adherido a lo manifestado por la Fiscalía. Por su parte, la Defensa ha pedido la libre absolución de su representado ya que entiende que la víctima ha incurrido en múltiples contradicciones con lo manifestado este martes en relación a las manifestaciones en sede policial y en la fase de Instrucción.