La titular del
Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio en el que figura como acusado el llamado A.Q.B. por un delito contra la
salud pública y otro contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. El Ministerio Fiscal, tras escuchar las distintas versiones ofrecidas en la vista oral celebrada este lunes, siguió con su escrito de calificación inicial y solicitó la pena de 3 años y 4 meses de prisión por el primer delito, así como 9 meses más de
cárcel por el segundo de ellos. Además de todo ello pide abonar una multa de 62.196 euros con 120 días de responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. La Defensa, por su parte, pidió la libre absolución de su representado ya que a su juicio existieron diferentes contradicciones que exculpaban al acusado. Este servicio de la Guardia Civil se llevó a cabo en
una jornada en la que hubo varios detenidos que intentaban pasar droga o inmigrantes usando para ello las motos de agua. Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron el 31 de agosto de este mismo año. Sobre las 19:45 horas, el acusado patroneaba una moto de agua cuando infundió sospechas a los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Los agentes de la Benemérita ofrecieron una versión muy similar y señalaron que comprobaron cómo una moto de agua estaba a una milla y media de Punta Almina. Tras dar varios avisos para que se detuviera, los agentes señalaron que el acusado no lo hizo por lo que empezaron una persecución. En ese instante vieron que arrojaba una mochila al mar y, tras ser recogida, hallaron hachís. Siguieron detrás de él y comprobaron que a bordo, además del acusado, viajaban 3 personas más -dos de ellos menores de edad-. Antes había arrojado otro bulto más con droga.
¿Quién arrojó la droga al mar?
¿Quién arrojó la mochila con droga? Los agentes explicaron que no podían detallar si fue el acusado o alguno de sus acompañantes quien la tiró la mochila, pero sí el segundo bolso, ya que el acusado se paró a pocos metros de la patrullera y un agente vio cómo de un departamento de la moto sacaba otro bulto y lo tiraba al agua. En ese instante empezó la huida y el acusado, además de un menor, cayeron al agua, momento que les sirvió a la Guardia Civil para proceder a las detenciones. El llamado A.Q.B., por su parte, niega que arrojara el hachís al mar y mucho menos que contuviera droga en su interior. Alude a que había motos de agua por la zona y que ellos pudieron ser los que arrojaron al mar las mochilas. Ese extremo lo rechazan los agentes de la Guardia Civil que indicaron que, a pesar de la hora, era de día al ser verano y no había nadie alrededor. Eso sí, el acusado admitió que cruzó desde Rincón (Marruecos) con su cuñada y sus dos sobrinos menores de edad a sabiendas de que ninguno tenían documentación para poder acceder a España. La Guardia Civil incluyó en el atestado que el peso de la droga que había en las mochilas era de 9.851 gramos, con un THC del 24,99% y con un valor en el mercado de 19.317 euros.