Piden cárcel para 3 subsaharianos por el intento de pase de otros 12

Acusados el presunto patrón de una embarcación y 2 colaboradores. Un agente, agredido

Un gambiano llamado L.F. que se enfrenta a nueva años de prisión por dos delitos presuntamente cometidos en el intento de pase de doce subsaharianos deberá esperar para defender su inocencia ante el tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta. Al igual que dos hombres más, A.B. y T.T., a los que se le pide dos años de cárcel como colaboradores. Porque la vista, cuya celebración estaba programada para la mañana de ayer, quedó finalmente suspendida debido a la ausencia, justificada en todos los casos, de dos letrados y de diversos testigos que pudieran resultar clave para esclarecer qué paso el día de los hechos, 31 de julio del pasado año, jornada en la que la Guardia Civil dio el alto a una embarcación neumática en la costa ceutí que se dirigía, de manera presuntamente irregular, hacia la península.
De tal manera, habrá que esperar para conocer qué sucedió aquella noche pero, mientras que el tribunal juzgador dicte sentencia firme en un sentido u otro, es decir, en términos absolutorios o condenatorios, el Ministerio Fiscal mantiene la petición que para los tres acusados elevó ya desde el escrito de calificación inicial al que ha tenido acceso esta redacción.
Así, para L.F., el considerado patrón de la embarcación neumática y cabecilla del intento de pase de hasta 12 subsaharianos, Fiscalía pide siete años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros así como el comiso de la embarcación intervenida e inhabilitación especial; otros dos años de cárcel por un delito de atentado contra la autoridad; y el pago de una multa de 400 euros por una falta de lesiones a agentes de la Guardia Civil.
Además, el Ministerio Público entiende que en la actuación otros dos inmigrantes, los mencionados A.B. y T.T., faltaron a la Ley. Para ambos solicita en base a la comisión de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros dos años de prisión y por una falta de atentado contra la autoridad el pago de 400 euros.
Los letrados de la Defensa solicitarán al término de la vista oral, cuya fecha no está aún señalada pero que será próximamente, la libre absolución de sus respectivos clientes al entender que son inocentes y acaso víctimas.
Respecto a los hechos, siempre bajo el punto de vista que sostiene el Ministerio Fiscal, cabe destacar que los mismos sucedieron en torno a las 23:30 horas del 31 de julio del pasado año cuando L.F., mayor de edad y sin antecedentes penales, fue interceptado por funcionarios de la Guardia Civil tripulando una embarcación neumática dotada de motor fueraborda que se encontraba a la altura de la alambraba instalada frente a la barriada Juan XXIII de nuestra ciudad en la que se encontraban doce ciudadanos extranjeros indocumentados a los que pretendía introducir ilegalmente en territorio nacional a cambio de una cantidad de dinero que oscilaba entre los 1.000 y 1.500 euros.
Fiscalía entiende asimismo que como consecuencia de la forma de traslado (de noche, sin medios de protección personal y en una embarcación carente de las mínimas garantías de seguridad) se puso en peligro la vida de los inmigrantes.
Además, esta parte sigue el relato de hechos, constando que una vez interceptados los inmigrantes, agentes de la Guardia Civil procedieron a subir a la embarcación oficial a los integrantes de la embarcación. Los inmigrantes obedecieron a los agentes a excepción del patrón, L.F., y de los otros dos acusados, igualmente mayores de edad aunque uno de ellos con antecedentes penales, el llamado A.B, actuando los tres de mutuo acuerdo intentaron impedir el buen funcionamiento de los servicios y funciones públicas y acometieron a los agentes golpeando a uno de ellos, al que causaron hematomas en antebrazo y brazo izquierdo, lesiones que curaron en una sola asistencia médica en días no impeditivos tras una sola asistencia médica.

La resistencia, un riesgo extra en los rescates en alta mar

El caso que quedó ayer suspendido en la Audiencia ceutí, como reflejó la edición de ‘El Faro’ inmediatamente posterior a los hechos, suscitó cierta polémica e incredulidad dentro de la familia de la Benemérita, como alertó la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Esto fue así en buena medida porque, al menos en Ceuta, no es habitual que se produzcan intervenciones de carácter humanitario y que uno de los rescatados termine agrediendo a  un guardia civil. Eso presuntamente sucedió en este servicio, cuando uno de los subsaharianos echó mano del remo de la embarcación para golpear en un brazo a uno de los agentes actuantes.
Según mantuvo entonces AUGC, esta actitud tiene una explicación: son las propias mafias las que les aleccionan a los inmigrantes a que adopten una actitud más agresiva. Sospechó la asociación que hacen esto para conseguir permanecer más tiempo en España, al menos el periodo en el que se aclara si es responsable de algún delito o si éste desemboca en una consecuencia judicial determinada, como resultó el caso que nos ocupa.
No todos los inmigrantes adoptan este tipo de actitud, pero sí que la misma se puso, por aquella fecha y de manera continuada, de manifiesto en varios episodios ocurridos en Melilla. Tras lo sucedido aquel 31 de julio en Ceuta en el puerto deportivo, AUGC consideró que había una extrapolación de casos.
No obstante, desde AUGC se entendió que dicha agresión pudo ser provocada por los nervios del momento, ya que la embarcación cargada de inmigrantes adoptó desde el principio una postura de huida, de intento de escapada, no de dejarse interceptar para salvar la vida. La travesía de este grupo de 15 subsaharianos no era como las que habitualmente se suceden en Ceuta, ya que la idea del grupo era escapar y proteger así al compatriota que ejercía de gomero, presunto enlace con las mafias dedicadas a la salida de subsaharianos, lo que deberá probarse o desmentirse en la Audiencia.