Como cualquier ciudadano de Ceuta, Fati y Ayiya Benyaya, vecinas de "las casas altas de
Postigo", están a favor de la celebración de competiciones deportivas de la magnitud de la
Cuna de la Legión por los múltiples beneficios para la ciudad. Pero, tras "50 años
pidiendo que arreglen la carretera de acceso a sus viviendas", se expresan disgustadas porque para la carrera legionaria "lo han hecho en un día". Ahora solo esperan que, de cara a la próxima edición de la Cuna, la reparación definitiva no caiga en el olvido ya que tienen todo un año para acometer una obra que favorecerá al vecindario y a la propia competición ya que, indican, "por aquí discurre el recorrido". Este viernes vieron cómo una excavadora tapaba las zanjas que salpican la pista de tierra y por la que, cada vez que llueve, resulta imposible circular e incluso caminar porque todo es un barrizal. "No ocurre una desgracia porque Dios no quiere", aseguran.
No tienen nada que objetar porque supone una mejora en "las casas altas de Postigo", pero manifiestan su malestar porque las autoridades llevan décadas desoyendo las necesidades de los vecinos y ahora "se dan prisa". A pesar de que, aseguran, la propuesta de arreglo de la carretera se llevó hasta a Pleno, "se quedó en un cajón". Al menos, solicitan una solución para el tramo de acceso a las casas. "Cuando tenemos que llevar a los niños al colegio, cuando tenemos que subir la compra o cuando tuvo que subir una ambulancia para atener una parada cardíaca...", han enumerado, "todo son penurias porque el coche se queda atascado en las zanjas".
Su padre falleció hace cinco meses sin ver el acceso arreglado
Su padre, que siempre parcheaba los socavones, falleció hace cinco meses y, lamentan con tristeza, "se ha ido sin ver el acceso a su casa arreglado". Recuerdan que la familia tuvo que llevarlo al hospital en varias ocasiones y, para acercarlo al coche, tuvieron que llevarlo en brazos. Más grave aún fue el pasado septiembre cuando, en el peor incendio de la historia de Ceuta, tuvieron que ser evacuados. Los bomberos no podía llegar hasta sus casas por el mal estado de la carretera y vivieron momento de tensión porque, ante el avance de las llamas, no sabían si el SEIS podría llegar hasta las viviendas. Estas hermanas puntualizan que pagan sus impuestos como los ceutíes de cualquier otra barriada de la ciudad, incluyendo alcantarillado y basura, aunque tienen que bajar las bolsas desde la parte alta de Postigo hasta los contenedores al lado de la mezquita que está a pie de playa, en Benítez. Hace alrededor de una década, la zona donde viven en la actualidad carecía de suministro de agua. La instalación de aquellas tuberías dejó todavía más maltrecho el terreno para el que ahora piden una solución a las autoridades competentes.