La peste ha vuelto a Ceuta, pero no como epidemia, sino que otro barco dedicado al transporte de ganado, el Sarah M, ha visitado Ceuta este domingo. El buque, que ha pedido amarre en el
puerto local, ha dejado una estela olorosa a su paso. Ha atracado en la tercera alineación del Muelle de Poniente antes de partir hacia el Puerto de Misurata, en Libia. A primera hora de la tarde, el ‘Sarah M’ ha zarpado para proseguir su ruta que le lleva por el Mediterráneo después de haber accedido al Estrecho de Gibraltar a través del Atlántico. Una estancia corta pero que se ha hecho notar por ese intenso hedor que acompaña las escalas de estos barcos que portan reses. Los vecinos del Hacho, especialmente, fueron quienes primero se percataron de que un aroma peculiar flotaba en el ambiente y que rápidamente identificaron con el de un barco oloroso. Un hedor cada vez más familiar tras las visitas del ‘Polaris 2’ o el ‘Queensland’. El 'Sarah M' se construyó en 1979, es de bandera de Panamá, y mide 77x14 metros. Aunque no se tiene constancia con exactitud de la carga, se dedica al desplazamiento de cabezas de ganado. Los barcos empleados en esta actividad tienen que estar adaptados para garantizar el transporte de los animales en perfectas condiciones.
Olor a estiércol e ingresos
La llegada de estos buques apestosos a la ciudad autónoma
se ha intensificado en los últimos meses ya que, además de traer la peste a estiércol, su presencia también se tiene que traducir en ingresos en concepto de operaciones portuarias. Nadie quiere renunciar a estas ganancias y, en otros puertos de la geografía española que también son parada de este tipo de embarcaciones, las autoridades portuarias competentes han establecido que solo puedan fondear en zonas donde el tufo no afecte a la población.