Los jóvenes marroquíes no temen el mar. Emprenden travesías de cualquier forma, sin reparar en los riesgos que ello supone.
Salvamento Marítimo de Ceuta suspendió la semana pasada la búsqueda de los tres jóvenes que partieron en kayak de Marruecos. Hoy se sabe que uno llegó a la Península, viajaba solo en una de estas embarcaciones. De los otros nada se confirma y sus familias siguen esperando noticias. Mientras tanto, unos pescadores han rescatado este fin de semana a otros jóvenes marroquíes. Estaban a la deriva, exponiéndose al peligro del Estrecho, pero estos pescadores rifeños dieron con ellos y los subieron a su barco, garantizando así su integridad. No siempre las noticias son buenas. No siempre se consigue dar con quienes desaparecen en el mar. Lo peor es la falta de informaciones para la familia, el hecho de que nunca sepan del paradero de sus seres queridos. Y es que hay personas que un día dejaron sus casas y de las que nunca nada se sabe, ni sus cuerpos aparecen, ni se tiene noticias de que hayan llegado a sus destinos.
Un verano de escapadas marroquíes
Este verano ha estado marcado por las escapadas de marroquíes, de hecho nunca se habían interceptado tantas pateras en Ceuta ocupadas íntegramente por súbditos del vecino país. Pero cada vez son más los que quieren dejar atrás Marruecos. Y no es solo por la obligada realización del servicio militar, sino por la ausencia de futuro ofrecido a unos jóvenes que no encuentran trabajo y que, aunque tengan estudios, tampoco pueden tener un hueco donde desarrollarlos. Por eso escapan de todos los puntos, por eso exponen sus vidas sin temor al mar. Hay familias que esperan datos sobre sus desaparecidos, faltan jóvenes en Rincón, en Tetuán… La ausencia de respuestas es la tónica en el día a día de padres, madres y hermanos que no saben nada de aquellos que huyeron.