En esta esperada primavera llena de inestabilidad meteorológica como corresponde a la bella estación volvemos a retomar un discurso más reivindicativo a favor de nuestra querida tierra. Ciertamente nos cuesta cada vez mas criticar y somos proclives a desarrollar actuaciones que construyan. Cuando existe una clase política con tan poco interés por su sociedad civil plena de tics despóticos, resulta mucho más edificante y útil para todos dedicar nuestro tiempo a generar propuestas y dejar obra realizada; incluso a pesar de que quede inconclusa, pues, ya vendrán otros a continuarla. A la pregunta formulada la semana pasada desde esta misma tribuna de opinión, le sigue esta reflexión en clave ambiental para volver a llamar la atención de nuestras administraciones públicas sobre el rico, bello y sin igual litoral ceutí. No dirán que estamos poseídos de desencanto o que la falta de ilusión por Ceuta ha terminado por hacer mella en nuestra gastada pluma; muy al contrario, volvemos siempre con renovadas energías a gritar a los cuatro vientos el mismo mantra de siempre, pues al igual que es imposible acallar al mar no podrán silenciar ningún discurso justo a favor de aquello que no se puede defender por si mismo; la naturaleza nunca fue pensada para tener que ser protegida de agresiones fútiles pues nadie en su sano juicio destrozaría tanta belleza y riqueza por simple codicia e ignorancia.
A pesar de la indiferencia y la incapacidad que muestran las administraciones para sentir empatía con todo lo bueno y bello del territorio de Ceuta, a pesar de su colaboracionismo con el poder absoluto del dinero y con las grandes empresas extractoras; a pesar de la zafiedad política y la bajeza con la que actúan constantemente ante la sociedad en su conjunto, seguiremos insistiendo en lo mismo hasta el fin de nuestros días pues en el reparto de papeles, el altísimo, al parecer nos otorgó el don de la perseverancia distinguiéndonos para que no conozcamos nunca la rendición ante los poderes que gobiernan el mundo. Pues como decía Chaplin, todos somos turistas y Dios es nuestro agente de viajes que ya ha fijado nuestros itinerarios, reservas y destinos, así que nosotros preferimos ponernos cómodos y darles la gracias por haber sembrado en nosotros este amor por la naturaleza, y por supuesto cumplir con nuestra tarea, que por muy modesta que sea está inspirada por algo que nos supera a todos. Por lo tanto, no vamos a perder mucho tiempo en criticar los errores de otros pues no ayuda a buscar las soluciones; somos todos muy limitados y bastante poca cosa dados los acontecimientos observados a nuestro alrededor, así que, me parece más efectivo arrimar el hombro. Eso sí, habrá que decirles a los que debiendo hacer su cometido pasan de largo y se sienten tan satisfechos de su gestión, que deberían intentar ayudar a la causa de la conservación y no pasar todo el santo día obsesionados con incrementar una economía para los mismos de siempre y crear espejismos de reparto que no existen. El desajuste del mundo es un hecho y la naturaleza salvaje y los seres humanos más empobrecidos se están llevando la peor parte. Con la destrucción y olvido de los ecosistemas se van cada vez más esperanzas de mejorarnos como seres humanos y acercarnos a los ideales de grandeza que en algún lugar que no vemos se espera de nosotros. Destrozar la diversidad biológica nos daña directa e indirectamente, incrementa la infelicidad del mundo y de nuestra especie, y para nuestra psique, es un veneno mortal que terminará por enloquecernos.
En la Ceuta de hoy, existe una gran oportunidad para iniciar cierta recuperación económica basada en parte en la ordenación y recuperación del litoral y los ecosistemas marinos y forestales. Estamos en un momento clave para darle un cambio de giro a la imagen de la ciudad y el litoral es un excelente espacio para comenzar a hacerlo con estos fondos de recuperación europeos que también van orientados a la educación ambiental y la atención a la diversidad biológica y los ecosistemas. Señor Vivas, sea usted sensato, no pierda el tren de esta recuperación en clave verde y ponga a trabajar a su círculo político también en estas cuestiones. Apueste por un litoral único y simplemente colabore con los programas que lleva el puerto en este sentido; cree una pequeña comisión y cuente con nosotros, entre otros agentes, para sacar adelante la ordenación; señalización; recuperación; promoción y conservación de un litoral y medio marino único en el entorno mediterráneo. No puede seguir dando la espalda a tanta historia, tradiciones, patrimonio y medio natural concentradas en sus costas y fondos marinos; está a tiempo de abrir los ojos del corazón y hacer algo de provecho por la naturaleza antes de dejar el poder. Pensamos que sería muy bueno para usted concluir su periplo político con un gesto noble y significativo por el que la causa conservacionista le pudiera recordar con agrado. Su actuación no ha sido destructiva pues esto correspondería a un malvado pero si claramente de omisión e indiferencia hacia la conservación de la naturaleza, siempre opaca a las sugerencias de la sociedad civil, debido posiblemente a su distanciamiento con su sociedad y a los perniciosos efluvios del poder; todo esto no tiene importancia si hay propósito de enmienda. Ya sabrá que el litoral y su medio marino es una perla olvidada, pero sin hacer ni el más mínimo reproche por el pasado, le digo que ahora su valor se ha incrementado mucho más en los ámbitos ministeriales debido a que hay tres espacios marinos protegidos más que se han propuesto dentro del proyecto INTEMARES, y esto solo puede ser bueno para Ceuta; al menos confío en que lo verá de este modo. Me pregunto si querrá hacer algo, sabiendo que gran parte del medio marino está protegido. Somos conscientes de que las competencias las ostenta el estado pero si su actitud fuera decidida se conseguiría que el gobierno de la nación no nos diera la espalda. Burocráticamente, el mar de Ceuta está muy considerado y ya le digo que en los papeles y en la investigación marina se conoce bien a nuestra ciudad. Sin embargo, el abandono de la inversión pública en conservación de la naturaleza es un hecho que lastra su gestión por no hablar de la falta de sensibilidad para poner en marcha el museo del mar haciendo un espacio divulgativo apropiado para los ceutíes y el turismo. En este sentido, tampoco se ha querido rentabilizar socialmente esta interesante infraestructura para ponerla al servicio de todos y darle contenido al histórico muelle de España y su flamante atraque para cruceros. Nosotros seguiremos trabajando por el medio marino y generando información ambiental, publicaciones y proyectos pero todo esto sin la participación de las administraciones y sus presupuestos para acometer la puesta en marcha de infraestructuras como la Sirena de Punta Almina o el Museo del Mar no conseguirá rentabilizar socialmente todo nuestro trabajo ni se alcanzará una verdadera integración social en la causa de la conservación que aumente la autoestima y la felicidad de los ceutíes y nos ayude a la recuperación económica. Nuestro litoral tiene problemas, el alga invasora ha causado un impacto muy importante en el paisaje sumergido; los datos que hemos obtenido después de cuatro años de seguimiento son muy preocupantes. Por otra parte, las empresas extractivas de la ciudad continúan obviando las leyes ambientales, sobretodo la Desaladora lleva ya casi dos años sin hacer seguimiento ambiental de las descargas de salmuera como marca la legislación vigente. De la Estación depuradora también podemos decir que faltan análisis a este respecto. Acemsa no parece preocuparle nada de esto mucho y a la Confederación hidrográfica tampoco.
Para concluir, me gustaría indicarle que un litoral como el nuestro con tanto especio marino protegido (en el papel), un alga invasora muy agresiva y otros graves problemas ambientales derivados de las descargas de salmuera, las aguas fecales, la sobrepesca y mucho abandono institucional, merece urgente atención. Es seguro que de persistir esta política de omisión por mucho tiempo solo causará tristeza, desesperanza y falta de confianza en su propia tierra entre aquellos menos favorecidos. Se perderán oportunidades únicas y todo quedará archivado en el libro de débitos de la historia y no se puede descartar que también la UE nos vea como un problema geopolítico incómodo donde se invierte mucho pero se obtiene poco resultado en términos de modernización social y ambiental.