La periodista Elena Merino cuenta con una amplia experiencia en el mundo del periodismo entrelazado con la criminología y el papel de los medios en los dos frentes existentes cuando se comete un crimen: asesino y Policía. Con motivo de las II Jornadas de criminología ha visitado Ceuta, encontrando un espacio perfecto para ofrecer sus conocimientos.
Su podcast de crónica negra llamado ‘Elena en el país de los horrores’ e iniciado en 2012 es, dentro de su formato, el programa más veterano de los medios españoles dedicado a crímenes que perdura en el tiempo, acumulando 14 temporadas.
Elena ha ofrecido un auténtico recital de experiencia a través de ‘Ni contigo ni sin ti. La influencia de los medios en un evento criminal’. También se ha adentrado en muchos de los contenidos con los que a través de su podcast se ha ganado el respeto y el reconocimiento que posee.
Merino ha expuesto las formas en las que los medios de comunicación influyen en un acontecimiento criminal, “o bien influyendo directamente en el propio criminal”, que tras su aparición en los medios cambia el rumbo de su actuación o bien siendo una herramienta útil para los investigadores.
“Hay distintos momentos a lo largo de la historia y distintos eventos criminales donde la prensa tiene un papel bastante protagonista en el que cambian directamente la relación de los medios con los crímenes y los investigadores”, indica Merino.
El caso más evidente en el que Merino se basa para fundamentar sus argumentos es el de Jack el destripador, según esta reconocida periodista, “el caso que abre la veda”.
El momento en el que los medios tienen que competir unos con otros, la cobertura a los crímenes se vuelve “descarnizada” y poco ética y termina afectando a la forma de actuar del propio criminal.
En este caso, se dice que parte de las cartas de Jack a la Policía las hicieron los propios periodistas para tener motivos de publicación. Tras estas cartas se sospecha que el propio asesino adoptó esa forma de comunicarse y retar a la Policía.
La tercera carta llamada ‘From hell’, acompañada de medio riñón humano compatible con una de las víctimas de este asesino, la hizo a partir de que la prensa empezara ese juego.
Según Merino, en España se replicó en el asesino de la baraja. “El asesinato se realizó en una parada de autobús, la prensa acude a cubrir el caso y ve un naipe que es el AS de copas e inmediatamente para dar ese toque sensacionalista que se suele dar a los sucesos lo señalaron como si fuera la firma del criminal”.
Fue entonces, a partir de su tercer crimen, cuando Alfredo Galán, más conocido como el asesino de la baraja adopta esta firma. “En el segundo no, porque todavía no se había publicado”, dice contundente la creadora de ‘Elena en el País de los Horrores’.
Otro caso paradigmático que cambia por completo la prensa de sucesos y cómo se relacionan los periodistas con el crimen y cómo se relacionan las fuentes oficiales con los periodistas aquí en España es el caso Alcácer.
A veces, como indica Elena Merino, los medios son una buena herramienta para la propia investigación policial, colaboración ciudadana o despertar vocaciones.
“O también puede influir para mal, a veces ese efecto contagio cuando hay una cobertura que contempla poco la ética profesional provoca ‘fake news’ como en el caso ‘Bar España’, lamenta esta periodista.
Se le preguntó a Elena si tras sus reiterados estudios a lo largo del tiempo consideraba que la intervención de los medios en los casos criminales había favorecido o había sido un factor negativo para el desarrollo de las investigaciones policiales.
La respuesta fue clara: “Depende del momento histórico. Te voy a decir que desgraciadamente no se ha utilizado desde hace mucho tiempo la herramienta de los medios, aunque ahora se está recuperando. El caso Alcácer cambió todo en España”.
Obviando el declive de la relación entre medios y Policía tras aquello, ha habido muchos momentos de la historia en los que la relación periodistas y Policía ha sido bastante estrecha. “El periodista puede llegar donde la Policía no”.
Refiriéndose al periódico El Caso, “cuando la Policía quería hablar con determinados testigos de un suceso, estos se retraían porque temían a la Policía, sin embargo, el periodista sí podía llegar”, se daba entonces esa colaboración.
Merino ha señalado que actualmente esa relación está en un buen momento en el que se está recuperando la confianza. “Los periodistas estamos haciendo bien las cosas, estamos respetando el pacto”.
También los profesionales de los medios han servido de detonante para iniciar investigaciones policiales, como fue el caso del ‘mata ancianas’. “Fue un periodista el que descubre que hay un patrón de crímenes cuando se estaban considerando muertes naturales”, relata Merino.
La profesional ha conseguido mantenerse en la cima con su podcast ‘Elena en el País de los Horrores’ y en la tarde del jueves El Faro ha tenido el gran placer de poder disfrutar de sus contenidos presencialmente y en directo.
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