1 Cuando vayas a la playa o al campo, no dejes basura tirada. Llevar una bolsa en la que echar los desperdicios como latas, botellas, envoltorios, ... que se hayan acumulado para, después, tirarlos a un contenedor es una buena opción. Esto evitará tanto la contaminación del medio ambiente como incendios en áreas naturales.
2 Siguiendo con los incendios, también es muy importante no encender hogueras en sitios que no estén autorizados para ello. Además, en verano hay muchas zonas de barbacoa que dejan de estar operativas por el riesgo de incendio. Es muy importante estar atentos a las señales y sus instrucciones.
3 El calor es cada año más sofocante, en parte, debido al calentamiento global. Este es una realidad más presente en nuestra vida por las consecuencias que está acarreando dicho calentamiento. Por lo que una de las acciones a tener en cuenta de cara a la reducción del consumo eléctrico, es la de no sucumbir al aire acondicionado o, al menos, que este sea lo más eficiente posible. Un buen ventilador es una gran alternativa a los aires acondicionados.
4 Seguir reciclando pese a la pereza que pueda dar salir a distribuir los deshechos por contenedor con el calor abrasante de esta época del año. Es, si cabe, más importante aún el reciclaje en verano por el riesgo de incendio que existe con los residuos que se desechan en parajes naturales que, junto a la sequía y el calor ayudan a propagar dichos incendios.
5 Si hay pequeños en casa, las vacaciones son un buen momento para inculcar todas las buenas acciones para que las nuevas generaciones estén más concienciadas, si cabe, sobre el cuidado del medio ambiente y de las malas consecuencias en caso de no hacerlo. Juegos en familia, actividades al aire libre, manualidades con objetos reciclados, son formas de pasar tiempo en familia y educando en algo tan importante como el medio ambiente.
6 Ahorrar agua en épocas de sequía como el verano es fundamental para evitar situaciones extremas como los cortes que ya se han dado a causa de la inexistencia de lluvia durante meses en los que nuestra conciencia medioambiental debe ser más que nunca responsable de nuestros actos y derroches.
7 Aprovecha la luz natural. Son meses en los que los días son más largos, pudiéndose aprovechar mejor la luz solar sin tener que encender las luces del hogar.
8 Las frutas y verduras, además de hidratar, mantienen una temperatura corporal más estable. Al contrario que otros alimentos más ricos en grasa, que aumentan la temperatura corporal por necesitar un proceso digestivo más pesado. Por ello, alimentos como la carne roja o el embutido no son tan aconsejables en verano.