El Tribunal de Apelación de Rabat ha condenado a la pena de muerte a una persona que asesinó a una mujer, descuartizó su cadáver y dispersó los restos en diferentes ciudades del país, informa el diario Al Masae.
Los hechos se remontan a julio del 2016 cuando el procesado mató a su pareja de 36 años en su domicilio en la ciudad de Salé (cerca de Rabat).
El agresor descuartizó el cadáver de su amante con una sierra y luego esparcio sus partes en la capital marroquí y en Marrakech, a 350 kilómetros al sur, mediante una maleta de viaje.
La investigación policial empezó gracias a unos chicos de limpieza que encontraron la maleta con los restos de la víctima en la estación de tren en Marrakech.
Alertados por los trabajadores de limpieza, la policía halló los otros restos humanos en un cubo de basura en el centro de Rabat. Tras el análisis de las huellas que ha dejado el agresor en el cadáver, los servicios de seguridad identificaron y arrestaron al autor del crimen.
El Gobierno de Marruecos se niega a firmar una moratoria formal, como también se niega a eliminar los numerosos artículos del Código Penal que prevén la pena capital.
Cada año los tribunales marroquíes dictan una docena de condenas a muerte por delitos reprobados a nivel social como los de pederastia o infanticidios.
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