Pedro Lanero es un ceutí que desde muy joven tuvo que salir de Ceuta en busca de su futuro. Las ideas que tenía en mente en aquel momento no acabaron haciéndose realidad, pero otras puertas se abrieron en el mundo del deporte, concretamente en el mundo del voleibol, donde su pasión por él le acompañó y le sigue acompañando en su vida.
El ceutí tenía como objetivo conseguir entrar en la Academia General Militar de Zaragoza por lo que “a los 17 años me fui”. Tras dos años de preparación, “no conseguí entrar”. Pero otras oportunidades aparecieron en su vida, “se me presentó la posibilidad de estudiar la carrera de Educación Física. Me presenté a la oposición y saque la plaza. Del año 1975 al 1979 estuve estudiando la carrera”.
Madrid se convirtió en su nueva casa y fue allí donde comenzó a formar una vida de la mano del deporte, “desde que hice la Licenciatura de INEF en Madrid. La vida profesional se condujo primero por trabajar en ayuntamientos, sobre todo en Alcorcón. A partir de ahí empecé una segunda vida con el voleibol, que fue la que ha perdurado y con la que he estado trabajando durante los últimos años”.
Dentro del amplio abanico de posibilidades, Pedro Lanero eligió el voleibol, un deporte que se convirtió en una gran pasión y que para él “algo tiene que te engancha”, pues han sido más de cuarenta años los que Pedro ha ejercido como entrenador de voleibol.
Toño Santos fue quien impulsó a Pedro en los inicios de su carrera, “entrenaba los equipos de arquitectura y me dio la posibilidad de trabajar con él. Él se marchó a Estados Unidos y yo me quedé de primer entrenador del equipo. Ese año ganamos la Liga. Era mi segundo año como entrenador. A partir de ahí ha sido un periplo por toda España”.
Pero el nombre de Pedro Lanero cada vez se hacía más sonado dentro de este mundo e incluso llegó a formar parte de la Real Federación Española de Voleibol, donde fue dos años consecutivos seleccionador del equipo femenino “estuve en la Selección Junior cuatro años y después en la Selección Absoluta dos años”, además de otros cargos como segundo entrenador o preparador físico pues, “la vía de entrada a los equipos nacionales es esa. Primero entras de ayudante de alguno que es mayor que tú. Luego la federación cree que tienes una etapa de formación superada y con eso, junto a los resultados que vas obteniendo, es cuando te hacen las propuestas”.
El caballa llegó a la élite, después de mucho trabajo e importantes resultados, y hasta hace dos años no pudo abandonarla porque “siempre he tenido un equipo que me ha llamado. Eso ha sido un reconforte”. Esta pasión por este deporte tampoco ha permitido que Pedro se asentara en un lugar fijo, pues “he estado en varios sitios. En todos he estado más de un años con la excepción de Benidorm que es donde más he estado. Estuve desde el año 2000 hasta el 2008 para después fichar con el FC Barcelona de hombres, pues mi etapa siempre ha sido con equipos femeninos. Luego volví otra vez a trabajar con Las Palmas, con Tenerife y con Benidorm”.
El gran trabajo que realizó Pedro fue premiado por la Federación Española de Voleibol con dos títulos importantes en su carrera profesional. “El primero fue muy prematuro. Me lo dieron en el año ochenta y algo. Fue cuando ganamos dos Ligas con arquitectura. Hace poco en Cáceres me dieron el premio cuando conseguí la Liga y la Copa con el Fútbol Club Barcelona”.
Un entrenador característico
Muchos títulos y campeonatos acompañan a Pedro por su camino aunque no conforme con todo “siempre hecho de menos alguno que se quedó en el camino”. La mente de una persona perseverante y luchador lo ha llevado a obtener grandes resultados pero “es cierto que tengo bastantes campeonatos, pero también muchos subcampeonatos. Siempre me he caracterizado por coger equipos jóvenes donde había mucho trabajo de formación, lógicamente no eran los mejores equipos de la Liga, por lo que estar segundos o terceros era un premio muy importante porque quería decir que se estaba haciendo un trabajo bueno con las chicas. Muchos equipos jóvenes estuvieron dirigidos por Pedro a quien la evolución deportiva de las chicas le satisfacía gratamente. “Había muchas jugadoras a las que les proponían que vinieran porque tenían un buen futuro y siempre aceptaban. Fue un camino fácil. En el caso de las extranjeras siempre buscábamos jugadoras de ese perfil. He tenido jugadoras de medio mundo. Cuando estaba en Alcorcón con Aperitivos Medina, las jugadoras que teníamos eran sudamericanas. Abrimos una puerta importante en la Liga Española. Fue un periodo en el que había mucha vida. Después de Barcelona 92’ la cosa decayó. Y hemos tardado tiempo en recuperarnos”.
Actualidad del Voleibol
En cuanto al nivel del voleibol actual “es más bajo, pero sobre todo en las extranjeras. Antes había extranjeras de mucho renombre que aportaban un nivel altísimo a las españolas. Hoy las extranjeras son del mismo nivel que las buenas españolas. Digamos que es pseudoprofesional. Digamos que está evolucionando y están surgiendo grupos nuevos. Además hay una Superliga 2 que son tres grupos de 30 equipos que son los que van a dar vida a las ligas. Aunque como en todo, siempre hay algo que se podría mejorar de cara al futuro y al reconocimiento de este deporte pero es una tarea difícil porque “los perfiles los marcan las Juntas directivas y los presidentes. Nuestro presidente no está muy asociado a la mayoría, de hecho es presidente por un voto. Es difícil que a partir de ahí se puedan conseguir cosas. Habría que volver a la Asociación de Clubes que hubo en su día. Con ella a lo mejor se podría relanzar el voleibol o hacer otro tipo de propuestas”. En cuanto a Pedro, su carrera dentro del mundo del voleibol podría haber finalizado a raíz de su jubilación, pero la necesidad de estar al borde de la pista ha hecho que actualmente continúe entrenando a juveniles porque “necesito esa adrenalina. Me pidieron que me pensara si quería hacerlo y la verdad es que no me lo pensé y rápidamente dije que sí”.
Lo obtenido
“La oportunidad de estar siempre con gente de generaciones muy jóvenes; la posibilidad de comunicarme con otras generaciones y saber qué es lo que buscaban; viajara y conocer a gente que comparte tu pasión. Esto es una vida de satisfacción, porque estas haciendo lo que te gusta, te pagan por hacerlo y disfrutas porque te está saliendo medianamente bien”.
Nunca ha sido "profeta en su Tierra" Tiene reconocimientos d e muchos lugares de España, menos de su ciudad natal, a la que lleva con orgullo.