Hace unas semanas recibimos un inquietante correo desde el área de medio marino de Ecologistas en Acción en el que se divulgaba una noticia sobre cierta propuesta del Laboratorio de Bilogía Marina de la Universidad de Sevilla para crear una reserva para la población de Patella ferruginea que se encuentra asociada a las escolleras interiores del Puerto de Ceuta; donde se desarrolla un ambiente alterado por las contingencias propias que se propician dentro de las aguas interiores de un puerto y donde se producen frecuentes salidas de aguas fecales que exporta la ciudad hacia la zona portuaria. Aunque no ahondaremos mucho en la cuestión resulta evidente que la población de Patella ferruginea que se desarrolla en el interior del puerto no puede gozar del óptimo ecológico como la que se encuentra en zona de ambiente natural no sometida al estrés antrópico. De hecho, nuestros censos poblacionales, publicados en colaboración con una de las autoridades nacionales en la materia, indican que la mayoría de la población se encuentra fuera del ambiente portuario de escolleras interiores.
Sobre la disparidad de respuestas que se dieron desde los foros de opinión de Ecologistas en Acción no versaremos en este artículo de opinión, pero ya se pueden imaginar el chascarrillo generalizado que gobernó durante un tiempo en el ámbito ecologista al conocer nuestra opinión y sobre todo los datos que tenemos sobre el estado de la cuestión de esta especie en el litoral ceutí. A partir de aquí vamos a intentar explicar nuestra postura y la responsabilidad que esperamos encontrar en las autoridades competentes en relación a este asunto.
Según expone José Antonio Marina, una sociedad inteligente sabe resolver los problemas sociales y crea capital comunitario ampliando las posibilidades de acción de sus miembros. Por el contrario, una sociedad estúpida crea más problemas de los que puede resolver, elimina capital comunitario y entontece o encanalla a sus ciudadanos. Tomando a este pensador y su ensayo sobre el talento y la estupidez de las sociedades como punto de partida, vamos a opinar sobre esta propuesta en clave social, que es como debemos enfocar su alcance. Utilizando solo el buen sentido y sin conocimientos científicos previos, supongo que al lector inteligente le debe sonar bastante extravagante la proposición, si maneja la información que hemos divulgado a lo largo de estos años podría llegar incluso a escandalizarse por la ocurrencia. Posiblemente, una de las cuestiones más graves para la sociedad, y que contribuye a la decadencia de la colectividad que la compone, es la confusión entre la identidad personal y la identidad social. Una figura de protección como la propuesta, de crear una microrreserva de lapas dentro del ámbito portuario, es completamente innecesaria y artificiosa en el actual contexto del desarrollo sociocultural sobre la conservación y la protección del medio marino en Ceuta. No redunda en la ciudadanía y solo produce alienación, pues crea la apariencia de que las lapas están en su óptimo natural dentro de aguas portuarias y que conforman una población natural. Nada más lejos de la realidad.
La propuesta nos parece decadente pues trata de hacerse cargo de lo particular y de lo alterado por la contaminación para estudiar a la especie en un ambiente con carga contaminante evidente. Es también harto inapropiada, teniendo en cuenta la gran cantidad de proyectos que todavía tienen que realizarse en beneficio del conocimiento científico y de la conservación de las especies marinas y sus hábitats en ámbitos no antropizados (o al menos no al mismo nivel que las dársenas interiores del puerto) del litoral ceutí. En el terreno de lo aplicado podemos indicar que la ordenación del litoral es una de las prioridades que debe acometer el gobierno de la ciudad y dentro de él también se atenderá a la conservación de la especie Patella ferruginea en el litoral de Ceuta. Otras muchas actuaciones son necesarias en beneficio del medio marino de nuestro litoral y de la sociedad ceutí en su conjunto, una de ellas es conseguir la apertura al público del Museo del Mar que necesita la conveniente inyección presupuestaria para poder mejorar sus exposiciones y disponer del personal mínimo.
Estos son solamente dos ejemplos de lo que son asuntos de interés general y para los que se necesita financiación y son proyectos conectados con la sociedad a la que pretenden beneficiar directamente, por todo ello nos parecería decadente emplear dinero que salga de las instituciones radicadas en Ceuta en el proyecto de la microrreserva de lapas en el interior de aguas portuarias.
La labor de nuestra asociación es variada pero siempre intenta perseguir el bien común y aportar algo a la construcción sociocultural de Ceuta. El filantropismo como el altruismo son atributos esperables de personas formadas, las cuales deberían ofrecer a menudo su servicio al resto de la sociedad sin pedir compensación económica a cambio.
Nuestro objetivo es alejarnos de la vulgaridad en el sentido que lo introduce Ortega, no participar de la fe de aquellos a los que se les ha permitido la libre expansión de sus deseos vitales y creen no deber nada a nadie, la vulgaridad es la mayor de las ingratitudes.
Nosotros nos sentimos deudores sociales y por tanto tenemos el compromiso intelectual de colaborar en su progreso aportando nuestras modestas fuerzas en este empeño. La asociación se esfuerza en colaborar con el Museo del Mar por explorar biológicamente el litoral ceutí, ayuda a la descripción de especies nuevas y a establecer lazos con diversas instituciones científicas y también conservacionistas. Traemos inversiones a través de los proyectos que nos financian desde ministerios o autoridades europeas, atendemos a las instituciones educativas de nuestra ciudad y llenamos de contenido un museo con nuestro trabajo diario. En definitiva, formamos parte de un entramado que pretende servir a la inteligencia social de nuestra ciudad. Todo esto lo realizamos modestamente y desde luego siendo conscientes de nuestras limitaciones y sin esperar reconocimiento público.
Una vez dicho todo esto entendemos que la labor de investigación del laboratorio sevillano es científicamente interesante, pero creemos que podrían animarse a traer fondos a Ceuta en beneficio de la emblemática especie de molusco en vez de pedirlos siempre en la Ciudad. También creemos que a estas personas tan interesadas en el estudio de Patella ferruginea se les facilita ayuda a través del material humano que tiene la empresa OBIMASA y se les invita a divulgar sus resultados y experiencias a través de su participación en jornadas y campos de trabajos. De la misma manera, la Autoridad Portuaria de Ceuta facilita sus trabajos permitiendo los accesos a las escolleras interiores donde se encuentran concentradas la mayor parte de los especímenes de P. ferruginea que se encuentran en el interior de las dársenas portuarias.
Por el momento, no deseamos volver a comentar pormenores relacionados con el circo burocrático que se ha montado con este molusco, y que avergonzarían a algunos por su falta de implicación efectiva en la conservación y protección de la lapa. Por ello, en su día cursamos cartas de protesta al Ministerio de Medioambiente.
A pesar de que el director del laboratorio sevillano ha sido un feroz vocero en nuestra contra, pensamos que debería continuar realizando su labor de estudio científico de los contingentes del molusco protegido que se encuentran en aguas portuarias, con la aportación de fondos externos a la ciudad, y abandonando la extemporánea e inapropiada idea de creación de una mirorreserva dentro de aguas portuarias.
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