Un grupo de alumnas de La Inmaculada consigue un premio de la ONCE con un original trabajo que pasará a la fase nacional del concurso Se trata de unas pastillas que si se toman leyendo las instrucciones y consultando a su conciencia, provocan que la persona en cuestión se ponga en la piel de un discapacitado y compruebe por sí mismo todas las dificultades y barreras arquitectónicas que se encuentra en su vida cotidiana en una ciudad como Ceuta. Claudia, Blanca, Laura, Andrea y Patricia se pusieron manos a la obra en conseguir una idea que, como mínimo, las llevará a clasificarse tras conseguir el pasado año un premio en el mismo concurso.
El colegio ‘La Inmaculada’ de Ceuta y el instituto ‘Severo Ochoa’ de Tánger han sido seleccionados como ganadores en Ceuta de la fase autonómica de la 29 edición del Concurso Escolar que organizan la ONCE y su Fundación, y pasan ahora a la fase nacional.
Bajo el lema La cápsula del tiempo: la aventura de construir el futuro, los participantes han tenido que convertirse en actores y directores de cine para imaginar cómo quieren que sea la sociedad del futuro en relación con la discapacidad y la igualdad de oportunidades. El grupo de alumnas de’ La Inmaculada’, bajo el nombre ‘The Girls’, han apostado por una original idea en la que a través de un vídeo se han puesto en la piel de personas discapacitadas y han tratado de concienciar a la población con una solución utópica “pero que estaría muy bien si funcionara porque hay muchas personas que nos son conscientes de que ese colectivo necesita que se pongan en su lugar para poder estar mejor integrados y hacerles la vida más fácil”. Reconocen que hay gente que no necesitaría tomar esas pastillas, ellas son un ejemplo. “En mi piso no había ascensor y a las personas mayores les costaba mucho trabajo llegar hasta su casa y muchos coches aparcan en las aceras y no dejan paso a los que van en silla de ruedas”.
Además de trabajar la idea en las tutorías, las alumnas dedicaban tiempo extraescolar a llevar a cabo un proyecto que, de momento, ha gustado al jurado y pasa a la siguiente fase. El año pasado, consiguieron el premio con un trabajo basado en la intención de hacer su barrio más accesible. “En Ceuta hay muchas barreras arquitectónicas y los políticos deberían tomar cartas en el asunto”, dicen convencidas. Han dedicado su tiempo a un trabajo que ha sido premiado y que ahora esperan con ilusión conseguir alcanzar el reconocimiento nacional. Ellas sí se ponen en la piel de los discapacitados y dicen que si todos lo hicieran, en mundo sería mejor.
Se trata de un concurso eminentemente práctico y que coincide con la celebración del 75 aniversario de la ONCE y los 25 años de Fundación ONCE. Así, desde el conocimiento y la revisión de la historia de la Organización, los estudiantes diseñarán su futuro ideal.
Este año, más de 500 alumnos procedentes de cinco centros escolares de Ceuta se han inscrito, y el jurado, presidido por el director de la ONCE en Ceuta, Enrique Guerrero, ha estado integrado por la vicepresidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, Cristina Arias; la viceconsejera de Educación de Ceuta, Rocío Salcedo; el coordinador de la Fundación Premio Convivencia, Ernesto Sáenz de Navarrete; la presidenta del CERMI en Ceuta, María Luisa Villadén, y la colaboradora de la Cadena Ser en Ceuta Mariam Mohamed.