Pasión de Cristo

N o estamos en “Semana Santa” para hablar de la “Pasión de Cristo”, pero cualquier tiempo es bueno para hablar de la extraordinaria figura de Jesús de Nazareth, por cierto mi personaje favorito desde que era una niña, aunque con los años, he descubierto otros que me han cautivado, léase Gandhi.

He vuelto a ver, y sin proponérmelo, por T.V. (de madrugada), la película citada en el título que da pie a este artículo; dirigida por el también actor australiano Mel Gibson, supercreyente y según tengo entendido, tiene en su casa una capilla. ¿Contradicción? Ha tenido problemas , hace un tiempo, con el alcohol y creo que con las drogas; ¿no le sirvieron sus creencias religiosas para superar sus adicciones? Volviendo a la película, ésta me ha vuelto a impactar y mucho. He visto casi todas las películas sobre Jesucristo, proyectadas en los cines o en T.V., y dos que me cautivaron fueron: “Rey de Reyes” con el guapísimo actor, fallecido muy joven, Jeffrey Hunter( años 60) en el papel de Jesús. Luego, ¡cómo no!, vendría “Jesucristo Superstar”, con el actor Ted Neely, y que tantas críticas recibió, por presentar a un Jesús, totalmente diferente. “La historia más grande jamás contada” también me gustó. Hay una película por ahí, que es exquisita y entrañable; presenta a un Cristo tan humano, que al final se ve en un campo, vestido como en la actualidad, rodeado de niños jugueteando. También la superproducción “Jesús de Nazareth” batió records de taquilla. Su duración, ¡cuatro horas! Pero la citada “Pasión de Cristo”, ¡no es recomendable para cardíacos, hipersensibles o propensos al llanto o depresión! Una, que ya está curtida en muchas cosas, sin embargo he llegado a emocionarme hoy viendo al actor de apellido Cazaviel (yo no sabía quién era), representando al “Rey de Reyes”. Se dice , que el Vaticano dio el visto bueno a esta película, reconociendo que todo lo que refleja es cierto; es decir, las imágenes tan sanguinolientas de Cristo, parece ser que fueron así de duras, fuertes y tan mortíferas. Esto ya lo sabíamos, pero la dureza de la película, echa hacia atrás a más de uno, que no ha podido resistir el verla entera.. Nunca había visto imágenes tan impactantes. Cuan do vi esta película por primera vez, fue en vídeo, lo pasé mal. Pero donde realmente sufrí y no sabía cómo colocarme ni sentarme, fue al verla en pantalla grande. Cuando salí del cine, me encontraba mal y a disgusto conmigo misma. No parecía entender tanta crueldad, aún a sabiendas que la vida de Cristo ha sido la de un Ser fuera de serie y extraordinario. Pero yo me pregunto:”¿Pudo el Omnipresente, el Padre, el supuesto Creador del Universo, el Todopoderoso, consentir tanto sufrimiento al que llamaba su Hijo?”. ¿Hacía falta que un hombre de carne y hueso, que llevó una vida normal, pero con una atrayente personalidad, llegara al extremo de morir como lo hizo?. Hoy por hoy no lo entiendo, y cuantas más preguntas te haces sobre el tema, menos entiendes el significado de tanto sufrimiento. Ha habido personajes que han pasado a la Historia por su generosidad, su lucha continua, su búsqueda de la verdad, sufriendo, ¡sí!, pero sin tener que pasar por tan duro calvario. Cristo y su teoría de la cverdad, amor, libertad, justicia, fraternidad…, fue extraordinaria y quienes la siguen (algunos lo intentamos), hace que uno/a se sienta mejor. A veces, por ello, la soledad hace mella; pero no importa, lo interesante es Jesús lo era. Era , fue , un revolucionario, que no se doblegaba ante nada ni ante nadie. (Y eso que se “codeaba” con todo el mundo). Pero sigo sin entender que el todopoderoso – si hay existencia de una energía, como yo la llamo -, permitiera que “Su Hijo”, humano entre los humanos, con sufrimiento continuos, lo dejara en manos de su propio pueblo, para condenarlo a muerte. “Padre, ¿por qué me has abandonado?”. Ahí demostraba Jesús su parte superhumana, frágil, delicada, y no entendía el por qué de su situación, ni el por qué del comportamiento de los que le rodeaban. Eso sí, en “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson, he echado de menos las palabras del soldado romano, cuando Jesús muere en la Cruz y a las tres de la tarde, el cielo se osurece: “Verdaderamente, éste era el hijo de Dios”. Hace bastantes años, escribía yo esto: “Vuelve Juan Salvador, llamado el Gaviota, sin más. Vuelve Juan Salvador para recordarnos que aún existe perdón, que ha visto a Dios en el cielo, sus ojos irradiaban Amor ; que su Hijo implora, llora , suplica: ¡Padre, aún no!, ¡déjame aún vivir, aquí, en la Tierra me necesitan, mi Dios!. ¡Te pido más tiempo, por favor!”. Hoy, recuerdo este escrito y siento cómo ya, yo me rebelaba ante la muerte incierta de un Persona, más necesaria en la Tierra que… ¿dónde? Yo me pregunto, ¿quién es Dios?, ¿qué es Dios?. ¿ Lo habremos inventado el hombre por la necesidad de creer en Algo Superior que nos proteja?. Yo, y con todos mis respetos a los creyentes y practicantes (en su tiempo, yo lo fui y a mi manera lo soy), Dudo mucho de todo lo que nos han contado. La vida te va mostrando otros caminos, donde la Fe, la esperanza, siguen teniendo cabida. Sí creo en la persona de Jesús pero no en cómo nos hanj contado su Historia. Creo que todavía queda mucho por descubrir sobre él. El programa de T.V. “Cuarto Milenio” de la Cadena Cuatro, refleja muy bien, muchas veces, cuando escritores, científicos, teólogos e incluso sacerdotes y gente anónima, dan su vasta opinión sobre el tema, y esto me confirma lo que yo pienso hace muchos años. ¿Murió Jesús realmente en una Cruz?. ¿ Fue tan sólo un “estado cataléptico” lo que tuvo y sobrevivió a la muerte, viviendo durante muchos años más, casándose ( con María Magdalena,claro) e incluso teniendo hijos?. A mí me encantaría que hubiese sido así. ( Dicen que su tumba está en la India, donde supuestamente habría aprendido tantas enseñanzas desde su adolescencia hasta que “regresó” a Israel). No entiendo tanto sufrimiento “para salvar a la Humanidad y perdonar los pecados de los hombres. Si ha pasado a la Historia, es por haber sido como era. No creo que hayan exagerado sobre su personalidad como ser humano, también tenía “su geniecillo”. (Recordemos cuando echó a los mercaderes del Templo derribando todos los puestos ambulantes. Y de “niño” era como los demás, se peleaba con los de su edad como cualquiera; y si su padre JOSÉ (del que poco se habla) le hacía algún juguete o muñeco de madera a un niño, Jesús se enfadaba y decía:”Padre, ¿cómo has osado hacer esto sin mi presencia?” (recogido de los “manuscritos de Qmram” no hace muchos años). Era un ser con poderes extraordinarios, (¿paranormales?). “Mi Reino no es de este Mundo”. Desde luego que no. Con su Teoría de la Vida, no podía ser de otro modo. Si no murió ya anciano, ¿realmente “ascendió a los cielos” en cuerpo y alma ¿? Viajaría a “otra dimensión” donde todo es pura energía, como las personas desencarnadas, cuya supuesta alma va a algún lugar lleno de auténtica paz y amor?. ¡Ojalá sea así!, Muchas personas, con experiencias cercanas a la muerte, ya sabemos, han descrito cómo recorren como una especie de túnel, donde todo es luz. Pero lo cuentan porque no han llegado a fallecer. Es en esto en lo que yo creo. Para mí, esto es ese algo superior: pura energía perteneciente a otra galaxia, otro mundo, donde las vivencias son cósmicas y donde realmente existe la famosa llamada etermidad. Sigo sin admitir ni entender el sufrimiento de Cristo. Me sigue atrayendo su figura como Ser Humano, como revolucionario, como un adelantado a su época, como amigo de la mujer, como hijo predilecto, como amigo de sus amigos (bien que sufrió la “traición”), por su lealtad y amor al prójimo, niños, animales y naturaleza. En realidad, representaba al cosmos, al universo, a la totalidad. (Como Buda, Jesís estaba más allá de los pensamientos engañosos: esto es el Nirvana, es decir, la plenitud ). Sigue siendo una incógnita, pero tiene millones de seguidores en todo el mundo, siendo la “confesión religiosa” que más adeptos tiene y hasta el momento, seguida por el Islam. ¡Ojalá lo vean no como a un Dios, sino como un modelo a seguir! (¡No al sufrimiento!: Buda). P.D. La foto era de mi padre Bernabé, quien con tanta ilusión la conservaba, del “Cristo de la Humildad y Paciencia” de la “Cofradía de las Penas” a la que él pertenecía y fue cofrade fundador de esta imagen que procesionó por primera vez en 1961 (yo tenía 9 años y lo recuerdo perfectamente). Él estaba muy orgulloso de “su Cristo”. Te quiero, Papá.