Este título ha sido el empleado por Javier Celaya Brey en la conferencia pronunciada en la Casa de Ceuta en Cádiz este viernes, como colofón a las jornadas de la XVIII Semana Cultural de la referida Casa.
El presidente de la Yeza efectuó, como es norma establecida, la presentación del conferenciante, consejero de Educación y Cultura de la ciudad de Ceuta, profesor de Historia, pertenecientes a una variedad de entidades y asociaciones de carácter cultural, verdadero profesional de la Enseñanza dedicado en el presente a las responsabilidades propias de su Consejería.
Comenzó señalando el protagonismo de Ceuta, pese a su pequeña extensión territorial, en episodios de trascendencia no solo nacional sino incluso internacional. Tal ha sido desde siempre la importancia geoestratégica de su ubicación. Continuó su exposición por Benzú y alrededores, destacando el casi seguro impacto de las prospecciones de la cueva y abrigo de dicha zona en el desarrollo del Paleolítico, con la posible demostración de la existencia de neanderthales en el norte de África y su probable paso a la Península, iniciando así la ininterrumpida afluencia de personas de África a Europa que todavía persiste en nuestros días, y es que se puede decir que hay cosas que no cambian nunca.
Siguió exponiendo la relación de la Mitología, especialmente la griega, con nuestra patria chica, donde se localizan episodios importantes como los trabajos de Hércules, inmortalizados localmente por las esculturas de Serrán Pagán que se exhiben en el puerto y zonas adyacentes de la ciudad, como su lucha con Anteo, hijo de la diosa Gea, de quien Camoens afirma que su cadáver constituye lo que conocemos como la mujer muerta, o con Atlante, padre de Calypso, al que Perseo petrifica convirtiéndolo en lo que hoy día llamamos Punta Leona.
Como tras el descubrimiento de Schliemann en 1870 de los restos de la antigua Troya se da cierta verosimilitud a la obra de Homero conocida como ‘La Ilíada’, también se concede el mismo carácter a su segunda obra, ‘La Odisea’, cuyo protagonista Ulises(Odiseo en griego)se interpreta que anduvo con Calypso bien en la isla Perejil o bien en la propia Ceuta antes de regresar a su patria Itaca.
Presenta Celaya Brey la controversia todavía existente sobre si la columna meridional de Hércules es en realidad el Hacho o el Yebel Musa, dando por sentado que la columna norte es Gibraltar, la antigua Calpe griega o la Yebel-Tarik musulmana, símbolos tan importantes como que figuran en los escudos de España, de Andalucía e incluso de Cádiz, así como que configuran el símbolo del dólar USA(la S es por ‘Spain’ y las dos barras verticales nuestras columnas herculinas), que los nacientes EEUU adoptaron por la necesidad de dotar de valor efectivo al papel moneda que crearon a falta de moneda metálica, estableciendo la paridad del billete de un dólar con el real de a ocho español, que circulaba por doquier, que llevaba en su reverso las dos columnas de Hércules.
Siguió diciendo que la presencia fundadora de los fenicios en Ceuta ha quedado probada por las prospecciones adyacentes a la Catedral ceutí, templo que ha persistido como tal, en sus respectivas versiones, bajo todas las culturas que han ocupado Ceuta a lo largo de la Historia. Siguió apuntando que la basílica tardorromana fue lugar de enterramiento de aquellos tiempos que han conformado el elemento básico del ser español (hispano, como se decía entonces), junto con el existente en el llano de las Damas, estando entre ambos la factoría de salazones. Recalcó que Diocleciano, al modificar toda la organización territorial del imperio, estableció que más de la mitad de lo que hoy día es Marruecos formaba parte de la Diocesis Hispaniarum, importante precedente de lo que ha sido una constante a lo largo de la Historia: la dependencia de este territorio norteafricano de los centros de poder establecidos en la Península.
Como noticia reciente del pasado romano de Ceuta citó el descubrimiento de restos romanos bajo lo que fue la sala de fiestas ‘El Candelero’, entre los que se encuentran huellas de un terremoto de aquellos tiempos. Dio importancia al pasado bizantino de la ciudad, como consecuencia del afán de Justiniano por recuperar el antiguo imperio con base en Roma, que probablemente Ceuta no llegó a ser visigoda sino bizantina hasta la invasión musulmana, siendo Ceuta importante base naval de aquel segundo imperio romano.
Continuó detallando la etapa musulmana de Ceuta bajo las distintas oleadas procedentes del interior de Africa, de cómo fue disputada por meriníes, nazaríes y otros reinos o imperios islámicos, de cuando la decadencia meriní facilita la conquista portuguesa, de cómo éstos fortifican Ceuta con los mejores arquitectos militares de la época, de la acuñación de los ceitiles por los portugueses, que fueron la primera moneda usada para una compra a los indígenas en el Nuevo Mundo(de dieciséis ovillos de algodón).
Relató cómo Ruy Mendes de Vasconcelos, gobernador portugués allá por 1474 convenció a musulmanes y castellanos que asediaban la Ceuta de entonces para que levantaran el cerco con increíble habilidad, según relata Mascarenha, así como la Ceuta ya española se mantiene fiel al aspirante Felipe d’Anjou pese a estar cercada por Muley Ismail por tierra y por la escuadra anglo-holandesa conquistadora de Gibraltar que le exigían cambiasen su fidelidad reconociendo al archiduque de Austria como rey Carlos III, rechazando el ultimátum pese a la carencia de refuerzos ni de esperanza de que llegaran(la aparición de una flota francesa en Málaga hizo a los anglo-holandeses levantar el bloqueo)
La documentadísima intervención de Celaya Brey, apoyada en material visual en soporte informático mantuvo la atención de los asistentes durante más de dos horas por su amenidad y gran interés, siendo acogida con grandes aplausos.