El 'Eid al-Adha', la Fiesta del Sacrificio, ya tiene fecha. Será el próximo 21 de julio cuando tendrá lugar esta celebración tan señalada para la
comunidad musulmana. También conocida como la Pascua del Cordero, cuyo sacrificio tiene lugar en el mes doce del calendario islámico. Este anuncio llega con gran expectación puesto que, el pasado 2020 y con motivo de la situación sanitaria, el presidente del Gobierno autonómico determinó que no podría desarrollarse por la pandemia. Sin embargo, los fieles sí que podrán celebrar el rito este 2021, en mataderos y domicilios, cumpliendo con la normativa y el reglamento vigente.
Lo anunciaba la Plataforma Ciudadana de la Comunidad Musulmana de Ceuta hace tan solo unos días, después de que el
Ejecutivo local concretara sus intenciones de ampliar el número de sacrificios al disponer de un matadero móvil, que complementaría las funciones del municipal. El calendario laboral, aprobado de año en año y por tanto con una antelación que puede llevar a no coincidencias, incluye el festivo el día 20. La no coincidencia de la fiesta con la celebración ha ocurrido en otras ocasiones. El Ministerio de Asuntos Islámicos de
Marruecos, como en anteriores ocasiones, es el encargado de oficializar de manera definitiva la fecha en la que tendrá lugar la Fiesta del Sacrificio. Según la posición de la luna, se determina que el primer día del mes sagrado se contará desde el lunes, 12 de julio; por lo que la Pascua del Sacrificio tendrá lugar el próximo 21. Sobre si podrá o no inaugurarse con el tradicional rezo al aire libre (musal-la), todavía no se han pronunciado desde la administración aunque el precedente del Ramadán, hace tan solo unos meses y en el que se prohibió ante el riesgo por las aglomeraciones, mantiene la incógnita para los fieles. No obstante, la UCIDCE ha comunicado a este medio que no se celebrará. La musal-la tampoco se celebró en 2020, aunque entonces la situación sanitaria era más severa al no haberse iniciado siquiera la campaña de vacunación. El Dhul Hijja -el último mes del año islámico- coincide con la sagrada peregrinación a La Meca, que culmina con la Fiesta del Sacrificio. Los diez primeros días de esta marcada mensualidad prestan a la comunidad musulmana a rodearse de buenas acciones, intensificar el rezo, ayunar; y, en definitiva, entregarse por completo a su religión.