El Pleno aprueba llevar a debate antes de este octubre la creación de una comisión técnica que estudie el reparto de los festivos locales en el próximo calendario de 2019 para abortar la polémica
El calendario laboral de 2018 tendrá marcado rojo en el calendario como festivos locales el 13 de junio, San Antonio, el 6 de agosto (al trasladar el festivo de la Virgen de África al lunes) y la Pascua del Sacrificio, que se celebrará el 22 de ese mismo mes. Así lo acordó ayer el Pleno de la Asamblea, con los únicos votos favorables de los 13 populares y el respaldo de Ciudadanos, cuyo diputado Javier Varga levantó la mano tras el compromiso del Gobierno de promover y enriquecer más aún los actos del Día de Ceuta, que en 2018 se celebra en domingo y cuyo festivo no se trasladará al lunes.
¿Qué sucede con el final de Ramadán? El próximo año tampoco será día festivo, aunque sí por ejemplo lo sea en el calendario escolar en donde el consejero de Educación, Javier Celaya, y el propio Ministerio, de la administración del PP, votaron favorablemente esa inclusión ateniéndose a la realidad educativa (hay colegios en los que la falta de asistencia es prácticamente absoluta ese día). Por contra, el PP en la Asamblea votó que no. Eso sí, lo hizo huyendo de la polémica y reclamando mesura entre las demás formaciones, anunciando que llevarán a un pleno de este mes o, como más tardar en octubre, una propuesta para que se apruebe la creación de una comisión técnica de expertos que vengan a diseñar el calendario 2019.
“Cuando hablamos de religión, de sentimientos profundos, cualquier enfrentamiento puede ser interpretado como un conflicto. Pido mesura y el máximo respeto”, expuso la consejera Kissy Chandiramani, encargada de defender este punto. “La convivencia se sostiene sobre un equilibrio delicado”, reseñó la popular. Así, junto a los tres festivos locales reseñados, el calendario 2018 incluye hasta llegar a 14: el día de Año Nuevo, el 6 de enero Reyes; los 29 y 30 de marzo (Jueves y Viernes Santo); el 1 de mayo; el 15 de agosto (la Virgen); el 12 de octubre, el Pilar; el 1 de noviembre (Todos los Santos); el 6 y 8 de diciembre (Constitución e Inmaculada); además del 25, Navidad.
El Gobierno hizo entender las dificultades a la hora de diseñar este calendario, en el que también, de haber más festivos, se deberían incluir otros en reconocimiento de confesiones religiosas presentes en la ciudad, como es el caso del Diwali o el Yom Kippur.
En el debate de ayer se votó en contra de dejar encima de la mesa este punto, tal y como había solicitado MDyC, mientras que Caballas optó, visto el desenlace final, no debatir la enmienda que había presentado a la propuesta del Gobierno por su inutilidad al ser trasladada al final de la votación del punto sobre el calendario. Mohamed Alí reprochó al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que no hubiera cumplido el Reglamento de la Asamblea ya que en base al mismo debería haberse debatido antes.
Las 4 posturas a debate
El PSOE, ni contigo ni sin ti: “Lo primero que debía plantearse es de dónde venimos y dónde estamos” El PSOE se abstuvo en su votación utilizando como argumento que España es un país laico, moviéndose, en definitiva, entre dos aguas al dejar en manos de la soberanía popular, “que es la que elige a sus representantes”, la elección final, sin querer posicionarse sobre un asunto de índole religiosa para no cuestionar los propios postulados de su formación. No obstante Manuel Hernández insistió en la realidad social de la ciudad, en donde “hay un cierre patronal” por lo que ha pedido la creación de una comisión “con altura de miras” que encuentre la solución definitiva a este debate. “Lo primero que debía plantearse”, reseñó, “es de dónde venimos y dónde estamos”, expuso, abogando por un camino en el que se vayan prescindiendo de los símbolos religiosos.
La perplejidad de Caballas: “Esto no debe plantearse nunca como una victoria de musulmanes o no musulmanes, porque se trata de normalizar la situación” Caballas terminó retirando la enmienda en el debate plenario al carecer de sentido después de palpar el ideario que en torno al calendario laboral había defendido el Gobierno. Alí lamentó que se volviera a caer en obviar la realidad, en normalizar lo que pasa en Ceuta, después de haberse iniciado un camino con el reconocimiento festivo de la Pascua que parece haberse estancado en el caso del final de Ramadán. “¿Alguien con sentido común puede decir que Ceuta no se para?, ¿qué no queda mermado el sector del taxi, el mercado, los colegios?, ¿que la frontera y el puerto no están desiertas?”, denunció. “Esto no debe plantearse nunca como una victoria de musulmanes o no musulmanes, se trata de normalizar, ni más ni menos”, expuso, poniendo como referente que el Foro de la Educación ha sido capaz de estructurar un calendario escolar adecuado a esa realidad, algo que sorpresivamente no logra la institución municipal. El portavoz de Caballas cuestionó que administraciones con signo popular o incluso cargos de este partido hayan apoyado el reconocimiento de esa festividad en el calendario escolar pero no lo hayan hecho con el laboral. “La Asamblea mira hacia otro lado, cuando aquí no caben más planteamientos que plasmar la realidad”.
MDyC pone de relieve “los prejuicios” y la “pérdida de la oportunidad”: “En el fondo creo que están de acuerdo, no sé a qué tienen miedo, deben tener valor” La diputada de MDyC, Fatima Hamed, lamentó que no se hayan superado “los prejuicios” en torno a este debate. “En el fondo creo que están de acuerdo, no sé a qué tienen miedo, deben tener valor”, pedía reclamando que el Pleno fuera “ejemplar” a la hora de superar un debate que ya no debía estar produciéndose. La formación había presentado una propuesta sobre el calendario que no se llegó a debatir y que recogía impresiones de calado como las de la UCIDCE para incluir el fin de Ramadán como festivo. Esto se habría logrado sin hacer festivo el 6 de agosto para considerar como tal el 15 de junio. Lamentó los “argumentos fachas” de “miedo al moro”.
Cs: el único voto a favor del gobierno: “Lo polémico es que el Día de Ceuta no sea festivo” Para Javier Varga, el diputado de Ciudadanos, el punto importante del debate no era más que haberse perdido como festivo el 2 de septiembre, que en 2018 se celebra en domingo y cuya festividad no se pasará al día siguiente. Él fue el único diputado que votó a favor, a cambio de la potenciación del Día de Ceuta para que tenga mayor realce recuperándose incluso la invitación a presidentes de otras comunidades autónomas como se hacía antiguamente. Varga lamentó las polémicas a costa de la religión y consideró que lo que debía preocupar era que se vuelva a perder la festividad del día 2.