Cuando tu hobbie se convierte en tu profesión sientes una gran satisfacción, sobre todo cuando siempre ha sido tu sueño. Y, los sueños, a veces se cumplen. Pascale Petecchia, de nacionalidad francesa, pero con raíces italiana y española, escribía letras para canciones como hobbie. Un día, en su entorno social, en el que se encontraba rodeada de músicos, apareció Óscar Bergillos para ponerle melodía a esas letras que tan delicadamente había escrito Pascale Petecchia como forma de expresión. Y así, empezó a hacerse realidad el sueño de esta cantante: formar un grupo.
Pascale&CO son los encargados de iniciar el 26 Festival de
Jazz de Ceuta esta tarde en el
Teatro Auditorio del Revellín a las 19:30 horas. El grupo, que ya había estado con anterioridad en la ciudad, tenía ganas de volver para presentar su segundo trabajo. El Faro de Ceuta tuvo la oportunidad de hablar con quien da nombre al grupo.
–¿Cuándo se creó el grupo? –Nosotros llevamos ahora 7 años y hace 6, presentamos en el festival de jazz de Ceuta el primer disco, ‘Si vous voulez’. Y ahora lo que vamos a presentar es nuestro segundo trabajo ‘Jouer au hasard’. Llevamos eso, 7 años resistiendo.
–¿Cuántos componentes sois actualmente en la banda? –Los que vamos a presentar el trabajo somos 7. Juan Sáenz (batería); Elena Jiménez (clarinete, lira y acordeón); Óscar Bergillos (guitarra) que además está con ella desde el principio y es el arreglista. Ella compone la letra y él la música. Javi Molina (trompeta y fliscorno) y Pablo Gago (saxo), los instrumentos de vientos. Jesús Ferreira (contrabajo) y ella a la voz.
"Presentamos en el festival de jazz de Ceuta el primer disco, ‘Si vous voulez’. Y ahora el segundo”
–¿Cómo surge crear el grupo? –Era un poco sueño mío. A mí me encanta la música. Y yo empecé como hobbie escribiendo letras. Y, además, había muchos músicos en mi entorno y entonces creamos el grupo. Yo empecé a escribir letras y Óscar a montarme las melodías. Nos fuimos hacia el Gypsy Jazz porque es una música más bien francesa. El Gypsy Jazz nace en los años 40 en Francia. Y yo, pues con mis letras francesas me siento muy cómoda con ese tipo. Escribo en francés y canto en francés porque es mi lengua materna y para mí es mucho más fácil expresarme. Y así nace. Al principio fue más un juego que un proyecto, la verdad. Pero ese proyecto, cada vez se ha ido desarrollando. La vida te da la oportunidad y la coges. Nos hemos ido uniendo más músicos y yo he tenido cada vez más ganas de seguir componiendo, porque tengo muchas cosas que decir y es mi manera de decirlas: cantando.
–¿Por qué Jazz? –Por lo que te decía. El Gypsy Jazz es una música que nace en Francia y que te da muchas oportunidades. Empezó a hacerse con gitanos y hay una mezcla de culturas ahí. Y yo, pues me encuentro en España, que canto en francés, te da mucha apertura. Es una música muy colorida.
–Entonces, ¿definiría el estilo del grupo como Gypsy Jazz? –Sí claro. Es Gypsy Jazz, aunque también estamos muy ligados al Manouche. Pero es por mis letras, que es lo que le pega.
"Las letras hablan de la vida misma. Hay un poco de crítica social también. Hablo de la mujer, del amor”
–Antes ha dicho que escribía las letras, ¿de qué hablan? –Hablan de la vida misma. Yo creo que como cantautora, siempre todo es muy autodidacta. Al principio siempre hablas de ti y de lo que te sucede. Hay un poco de crítica social, también. Hablo de la mujer, del amor, de mi hijo, de un poco de todo. Pero con mucha ironía, cuando sobre todo me permito hacer una crítica social. Es un mensaje personal, ya que cada uno tiene su ideología y la va sacando y vas hablando a través de la música. Es la forma que tengo de expresarme.
–¿Ha cantado desde siempre? –Yo he cantado desde siempre, sí. Me encanta. Pero no lo había hecho en un escenario hasta hace 7 años.
–¿A qué ha dedicado el confinamiento? –El confinamiento, la verdad, pensaba que me iba a servir para componer. Hecho dos o tres cositas, pero no, porque a mí me cogió de sorpresa y las cositas que salían eran un poco negras, así que no. Yo quiero decir cosas buenas o con ironía. Entonces, no puedo decir que de ahí hayan salido mis mejores composiciones. Ahora podemos decir que nos estamos acostumbrando al modo de vida, porque por desgracia nos acostumbramos muy rápido a lo bueno y a lo malo. Pero este confinamiento no he trabajado mucho.
"En el confinamiento hice dos o tres cosas, pero eran un poco negras, y no. Yo quiero decir cosas buenas”
–¿Han hecho algún concierto tras el confinamiento? –Que va. Está todo parado. Ahora en Ceuta es la primera vez que nos volvemos a subir y tenemos muchas ganas. Queremos dar las gracias a la organización y estamos cruzando los dedos porque todos los días hay novedades, por lo que tenemos mucho miedo.
–¿Cómo cree que será esta vuelta a los escenarios? –Con muchas ganas, con muchas cosas que decir. Y mucha emoción, seguro. Muchas cosas que transmitir. Es que es necesario cuando tienes un proyecto poder compartirlo, porque es algo que no haces para ti. Es algo que haces para compartir. Entonces, tenerlo ahí en casa es como ‘qué pena’. Hay muchas ganas de compartir.