PATIO HUERTA. Pasaje Recreo bajo, número 2. Había un pozo de agua y el dueño cobraba 1 perra gorda por cubo. En verano organizaban bailes, así como concursos de platos típicos. “Pasando el estanco antes mencionado ( Matre), pero antes de entrar al patio de la Cárcel y hacia la derecha y al fondo estaba. Allí vivían un grupo de familias jornaleras durante muchos años”“Corinto era pinto, sencillo y alegre, que cuando llegaba el mes de febrero se transformaba, reunía a su grupo y postulaban por las calles con sus disparatas coplas. Ensayaban en este patio, en la casa de Antonio Lopez “el pulga”, otras veces lo hacían en su domicilio sito en la calle Real, junto a la Iglesia de Los Remedios” (Antología del carnaval ceutí.)
Referencias encontradas sobre este patio: Solicitud licencia de obras Patio de la Huerta,16 (B.O.C.CE. 1991 Declaración de ruina urbanística de las viviendas del Patio de la Huerta,4 ( B.O.C.CE.2.003) Declaración de ruina inminente Patio de la Huerta (2008) Durante la guerra civil, concretamente el día 25 de julio de 1.936, el acorazado “Jaime” bombardeaba la localidad, buscando la Batería del Pintor para anular sus cañones, es cuando cayo una bomba en este patio que dejó mudo a Pepito “el mudo”. Otra bomba cayó en el Patio de la Bisagra, parece ser matando a dos niñas de corta edad y una tercera en el Mercado de Abastos, donde al parecer fueron varios muertos.
Vivió un cantante que solía cantar por la Venta Carrasco, Puente del Negrito, dirección a Tetuan, junto con el “Pandereta” que tocaba la batería. El apodo de pandereta le viene porque con un pandero, se dedicaba a pasarlo en forma de plato para recoger lo que la gente buenamente quisiera echar de dinero. Breviatti, con su recién fundado club “Zalamatraca” organizaba bailes con el “Niño de la Mezquita”. Rafael y otro más. (Antonio Nuñez).
Otros vecinos de este patio, eran Pepe Anaya, que tenía la bolera y Antonio Anaya, este último trabajó en Almacenes Amaya. Enrique que tenía un bar en Gonzalez Besada, alias “el pelote”. Su padre era conductor de las camionetas y reparador de las máquinas de café. Diego, del bar Paco “Bigote”. Y Emilio Vidueira Sánchez que jugaba al fútbol.
Francisca Gónzalez Martín, vivió en este patio y su sobrina María Lacaci Pedrajas, vivió con ella, desde 1965 a 1974, allí hizo su primera comunión. Vivían también sus abuelos y ella mantiene que fueron los mejores años de su vida. Cuenta que a la entrada del patio, vivía la familia Guerrero, el padre policía armada. Salvador Sevilla comenta: “Yo he vivido donde están ahora esos tres bloques, que era la huerta de Rafael, donde de niños, robábamos todo lo que allí se sembraba. También se encontraba allí la huerta de Juan Canana, que quizás mucha gente no conozca y al lado la huerta del “Gordo” como nosotros la llamábamos. Son recuerdos que no se olvidan” .