E.M., el ciudadano británico residente en Estepona (Málaga) que fue detenido el pasado domingo tras serle intervenido en su velero un alijo de hachís superior a los mil kilos ingresó ayer en prisión preventiva tras ser puesto a disposición judicial por la Guardia Civil en cuyas dependencias ha permanecido durante las últimas 48 horas, indicaron fuentes del Instituto Armado.
Se da la circunstancia de que el dueño de la embarcación intervenida es septuagenario, un hecho que, a priori, no es condicionante válido para eludir la cárcel, todo lo contrario, ya que el detenido ha sido internado en prisión a la espera de celebración del jucio tras la decisión del juez del número 4 y después prestar declaración, para lo cual fue necesaria la presencia de un traductor de inglés. En su comparecencia ante el juez se mostró tranquilo y afirmó haber sido engañado.
No obstante E.M. si podrá acogerse a algun beneficio una vez que se haya celebrado la correspondiente vista y que haya sido penado. Entonces corresponderá al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria concederle la libertad condional si así lo solicita, siempre y cuando no concurran otras circunstancias como antecedentes o causas abiertas.
Durante el tiempo en el que este ciudadano inglés permanezca en prisión preventiva no puede acogerse a beneficio alguno.
La intervención de la Guardia Civil, que se produjo en alta mar, se inició a mediodía cuando una arenoave del Instituto Armada, integrada en la Operación Indalo, detectó un traslado sospechoso de fardos entre una lancha de alta velocidad y una embarcación de recreo, tras lo cual se activó a la patrullera de servicio de Ceuta, que logró interceptar el velero, en el que se escondían unos 1.000 kilos de hachís ocultos en distintas partes del barco, que fue trasladado hasta la base del servicio marítimo para la incautación de la droga, que en el mercado negro habría alcanzado un valor de 1,6 millones de euros.