El consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos del Gobierno de Ceuta, Alejandro Ramírez, someterá el miércoles a la consideración de la Asamblea la aprobación del Texto Refundido de la aprobación definitiva parcial de la Revisión y Adaptación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad sin las operaciones proyectadas para los terrenos de la Ducar, Cría Caballar y Pasaje Recreo Alto.
En el primer caso el documento contemplaba una actuación que facilitase el traslado de los depósitos de la petrolífera con el fin de generar un nuevo área de oportunidad de unos 55.000 metros cuadrados en la que se levantarían casi 300 viviendas, un tercio protegidas.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha exigido para su replanteamiento “estudiar y garantizar la viabilidad de la transformación urbanística propuesta”.
En Cría Caballar la idea era proyectar un espacio de casi 50.000 metros cuadrados de uso característico industrial. La Administración General del Estado ha obligado a “revisar la procedencia de la reserva planteada y garantizar su viabilidad de acuerdo con el uso que se proponga”.
Finalmente, en Pasaje Recreo Alto los redactores del nuevo PGOU apostaban por levantar más de 330 viviendas y, en el marco de una de las actuaciones “emblemáticas” de desarrollo de la ciudad durante los próximos ocho años, generar un “gran parque urbano”. El Mitma ha encontrado que es necesario “corregir los parámetros urbanísticos pretendidos y garantizar la viabilidad de acuerdo con los nuevos parámetros que se otorguen”.
El ministerio también ha exigido corregir “por cuestiones menores” las fichas previstas para el desarrollo y ordenación de Poblado Regulares, Recinto Sur, Benzú, Cepsa, Sarchal, Juan Carlos I, plaza Nicaragua, el Príncipe, La Almadraba y Arcos Quebrados.
El nuevo Plan sustituirá al vigente, que data del 15 de julio de 1992 y que tiene, por tanto, una antigüedad superior a los 30 años. Con éste se pone fin al proceso de tramitación del expediente, que ha sido extraordinariamente largo y complejo y que ha durado más de 17 años.
El nuevo Plan apuesta por una estrategia “de crecimiento centrípeto” cuya idea fundamental es “priorizar la utilización de las bolsas de suelo disponibles en el urbano con carácter previo a la clasificación de urbanizable”.
La ejecución del documento dejará la ciudad con un 60,2% de superficie no urbanizable (en el PGOU vigente se quedaba en un 59,8% con 1.185 hectáreas), un 36,9% de suelo urbano (730,7 hectáreas incluida la ampliación del puerto en terrenos ganados al mar) y un 2,8% de terrenos urbanizables.
Su objetivo es “garantizar al máximo la salvaguarda de los valores naturales del Monte Hacho y García Aldave”, dar pie a la construcción de 8.158 viviendas (un 48% protegidas) y consolidar a Ceuta como “una ciudad media prestadora de servicios cualificados y de calidad, con capacidad para ofrecerse como espacio atractivo, para vivir, para visitar o para invertir, a ciudadanos y empresas de regiones urbanas próximas”.
El coste de ejecución del nuevo PGOU se cifra en 60,2 millones en los ocho años de duración que establece el documento. La mayor parte deberá ir destinada a la adquisición de casi 178.000 metros cuadrados de suelo (44,3 millones) y el resto a proyectos y ejecución (salvo en los equipamientos, que entran en el ámbito de las obras de edificación).
Entre las más cuantiosas con independencia de su adscripción al sistema general de equipamiento o de espacios libres figuran las actuaciones previstas para expropiaciones en el Príncipe Alfonso (cerca de 15 millones) o en Benzú (más de 3 millones)
El PGOU fue aprobado provisionalmente por primera vez por la Asamblea en primavera de 2022, pero el ministerio detectó en su primera revisión del documento diferentes “deficiencias de orden técnico” y “errores materiales y aritméticos”, por lo que pidió al Ejecutivo de Vivas que redactase e incorporase 41 memorias de viabilidad económica, una por cada actuación de transformación urbanística prevista en el Plan, con el propósito de respaldar su viabilidad en términos de rentabilidad, de adecuación a los límites del deber legal de conservación y de equilibrio entre beneficios y cargas para los propietarios incluidos en cada ámbito.
La Ciudad también se vio obligada a “rectificar referencias anacrónicas”, dar “coherencia” a los documentos que componen el PGOU, corregir errores gramático-formales y aritméticos, justificar algunas decisiones, corregir omisiones y completar la relación de afecciones en el apartado de protección de los bienes demaniales.
La implementación de las previsiones contenidas en el nuevo Plan contribuirá, si se cumplen las previsiones, a la creación durante los próximos 8 años de casi 3.000 puestos de trabajo directos, sobre todo en las zonas de la periferia en las que ubica sus actuaciones urbanísticas con más potencial en lo que a la generación de empleos se refiere.
Las actuaciones de Loma de las Lanzas (393), Príncipe Alfonso (343), Huerta Solís (272), Cepsa (200 a través de un nuevo parque comercial), Arcos Quebrados (174), Benzú (147), el embalse del Infierno (130) y Arroyo Paneque (113) son las identificadas de manera preliminar como las que tienen una capacidad prevista por encima de cien empleos directos a propiciar en cada una de ellas.
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