El gerente explica la coletilla de “gastos innecesarios” que provocó problemas en la Junta General
Durante la celebración de las Juntas Generales de las sociedades municipales, en concreto, en la referida al Parque Marítimo del Mediterráneo se produjo una apreciación por parte de la portavoz de MDyC, Fatima Hamed, en el sentido de que se había incluído una coletilla de “gastos innecesarios” en el informe de gestión y, desde su punto de vista, debía ser corregido. El propio presidente de la Ciudad, Juan Vivas, aclaró que no hay ningún capítulo dentro de los aspectos contables que se denomine ‘gastos innecesarios’. El mismo gerente, Luis Márquez Salinas, ofreció su versión y en el programa de Cope Ceuta, ‘La Voz del Faro’, vino a señalar que en los últimos años por parte de las sociedad, a la hora de la realización de sus presupuestos, se ha incidido más en los apartados de mantenimiento y conservación de las instalaciones y lo que son obligaciones propias para el funcionamiento del Parque, en detrimento de otras partidas que sí existían hace ocho o nueve años como las de publicidad o de animación y que ahí fue donde se deslizó la coletilla que provocó el enfrentamiento verbal, pero que, de todas maneras, no era sino la utilización de una forma de lenguaje.
De todas maneras, quiso especificar que el mencionado informe de gestión era de 35 folios y que ahí nada más que eran dos palabras.
Por otro lado, vino a indicar que siendo una sociedad que tiene ingresos se había logrado al final del pasado ejercicio el dar unos beneficios de 75.000 euros exactamente.
Luis Márquez se encontraba satisfecho del funcionamiento de la sociedad en líneas generales y ve el futuro como “un apoyo a la propia oferta de ocio que ofrece nuestra ciudad”.
Instalaciones que necesitan varios meses para estar en perfecto estado
Muchas veces se ha discutido sobre la necesidad de que el Parque Marítimo puede rescatar algún tipo de actividad para la época de invierno que diera más vida a las instalaciones. Sin embargo, tal y como el propio gerente reconoce, “somos animales de costumbres y cuando llega el inicio de los colegios se suele colgar el bañador. He tenido en el Parque fines de semana a primeros de septiembre donde cada día había dos mil personas y, luego, unos días después, con las clases comenzadas, resulta que incluso haciendo mejor tiempo, no han llegado a las doscientas”.
Entiende que están abiertos a proyectos que les pueda presentar la iniciativa privada, aunque apunta a que el Parque es una instalación que necesita de muchos meses para que luego cuando a mediados de abril abra sus puertas esté todo en perfecto estado. Comenta que están asentados en los terrenos ganados al mar y que les combate mucho el levante por estar cerca del mar y ello “nos obliga a estar encima porque se producen demasiados desperfectos”.