La frontera entre España y
Marruecos sigue siendo un mal trago tanto para españoles como para marroquíes que se han quedado
atrapados a ambos lados. Mientras el resto de países abrieron su fronteras ayer, Marruecos se resiste a abrir sus puertas debido al rebrote de casos de
coronavirus que está sufriendo ya que no se ven seguros para abrir y que empiece el tránsito de pasajeros. La problemática también se encuentra en la poca comunicación que desde el país vecino se ofrece a sus ciudadanos que se encuentran por Europa y no saben cuándo podrán cruzar y reencontrarse con sus familiares. Esto ha llevado a una situación paradójica, la representada por unos residentes en Francia que han venido a Ceuta con la esperanza de que la frontera abra la semana próxima y sean los primeros en poder cruzarla y regresar a su país tantos meses después.
Estos individuos llegaron desde Francia, concretamente de París. Desde la capital gala han cruzado en coche toda la Península para poder regresar a Marruecos. Explicaron a las cámaras de FaroTV que han tenido un buen viaje, a pesar de ser un trayecto muy largo, de muchos kilómetros. “Hemos pasado muy buen viaje de vuelta, no ha habido ningún contratiempo en toda la ruta. La hemos hecho en nuestros propios coches y con el remolque para poder llevar toda nuestra ropa. Hemos venido desde París”, explicó Badr Foukhary.
Además estos extranjeros denuncian que ni en la Estación Marítima de Algeciras, ni en el Puerto de Ceuta se les ha tomado la temperatura tal y como se ha comentado desde estas instituciones que se haría con los pasajeros, sobre todo si vienen desde otros países. “En el barco íbamos unos 40 pasajeros. Éramos pocos pero no nos han tomado la temperatura en ningún momento. Lo único que íbamos separados en el barco”.
Por otra parte se van a quedar en Ceuta disfrutando de nuestra ciudad hasta que por fin se abra la frontera y puedan cruzar. Según han explicado esperan que se haga el 8 de julio, noticia que dicen haber leído en distintos medios marroquíes. “Vamos a alquilar un apartamento y estaremos esperando esta semana hasta el 8 de julio cuando se supone que van abrir la frontera y podamos cruzar a ver a nuestras familias. En esta semana también intentaremos encontrar un garaje donde poder dejar el remolque donde llevamos todas nuestras pertenencias. Mientras, en Ceuta disfrutaremos de la ciudad y de su playa”, finalizó Foukhary.
En definitiva, el cierre de fronteras también provoca un problema para la ciudad que ahora recibe a esos viajeros sin saber si el número puede aumentar. No es todo positivo, ya que la pandemia aún nos asola y han pasado por toda la Península donde se están multiplicando cada día los rebrotes de casos. Una mala comunicación puede provocar que ahora Ceuta, de nuevo, se encuentre con más atrapados con ganas de cruzar el Tarajal, pero sin la posibilidad de hacerlo.