Esta carta va para ti mamá, y para ti papá, porque siempre habéis estado a mi lado y me habéis mostrado el camino, y cuando estaba lleno de piedras las habéis apartado. Aún así, cuando he tropezado, me habéis ayudado a seguir sin mirar atrás. Me habéis enseñado a creer en mí y a ser como soy, aunque nos haya costado más de una regañina. Ahora me doy cuenta de que vuestros consejos son un tesoro que guardaré en mi corazón para siempre. Seguro que alguna vez os he defraudado, pero siempre lo habéis ocultado bajo esa capa de orgullo.
No siempre he hecho las cosas como os hubiera gustado, pero así he aprendido a equivocarme.
Hemos compartido alegrías que hemos celebrado y tristezas que hemos superado. Pero siempre juntos.
Nunca olvidaré vuestras palabras de aliento en los malos momentos, los besos y abrazos que sólo vosotros podéis darme.
Se que estáis orgullosos de mi, pero hoy quiero que sepáis que mas orgullosa estoy yo de poder decir bien alto que sois mis padres.
Os quiero mucho. De vuestra nena.