Para Marhum "no competir por mi país, España, sería una traición"

{jaimage crop="MR" /}Mohamed  Marhum, joven atleta criado en las instalaciones del Centro de Menores ‘La Esperanza’ tras cruzar la frontera desde Marruecos con tan sólo 8 años, ya es español, con papeles.

Forjado en el club ‘Los Delfines’ y ahora en el madrileño ‘AD Marathon’, es una de las promesas del atletismo nacional, y es por eso por lo que la Federación Española de Atletismo ha puesto especial empeño en conseguir su nacionalización.
Marhum acudió a la redacción de ‘El Faro’ tras jurar la Constutición, antes de volver a Marruecos para continuar con sus entrenamientos.
–¿Cómo se siente tras haber conseguido su gran objetivo de convertirse en español?
–Estoy muy contento. Para mí representar a mi país es un sueño. A partir de ahora mi única preocupación es correr y llegar a lo más alto. Me encantaría poder llegar algún día a representar a España en unos Juegos Olímpicos, y me gustaría hacerlo como atleta de Ceuta.
–¿Se sigue considerando ceutí a pesar de que no ha recibido tanto apoyo como se merece?
–Ya sabemos cómo funcionan aquí las cosas. A la ciudad le interesa que haya cantidad y no calidad. Entiendo que sea importante que haya mucha gente practicando deporte, porque es saludable, pero creo que es mejor que alguien lleve el nombre de tu ciudad por todo el mundo. A mí me habría encantado hacerlo, pero como no me lo permiten, he tenido que buscarme la vida, en otro club como es mi caso. Ahora estoy con el AD Marathon y estoy muy contento, me tratan muy bien y ha sido tercero en la liga de División de Honor. Que quede claro, yo no dejé a mi club, mi club me dejó a mí, porque en Ceuta ya no hay Federación de Atletismo y por tanto no me podía federar.
–¿Cuánto dinero hace falta para costear los gastos de un atleta en la élite, como es su caso?
–No me gusta hablar de dinero y no quiero que la gente piense que es mi principal objetivo. Mi club me paga unos 8.000 euros al año, unos 700 al mes. Personalmente pienso que no es un precio muy alto para lucir el nombre de tu ciudad por todo el mundo. Cuando el año pasado competía por ‘Los Delfines’, la gente me miraba la camiseta y me preguntaba, “¿qué es Ceuta?”, y yo se lo explicaba. Muchos piensan que es de Marruecos, y no me gusta que la gente piense eso de mi ciudad. Se creen que esto es un desierto (risas)... No saben lo bonita que es, y a mí me gusta enseñarles a todos aquellos que no lo entienden lo que se están perdiendo.
–¿Quién le iba a decir que de cruzar la frontera clandestinamente iba a convertirse en un atleta de élite y español?
–Pienso a menudo que nada es imposible. Sí a mí, cuando no tenía nada y vivía en la calle, me hubieran dicho que iba a conseguir todo esto... No me lo habría esperado jamás. Todo esto es un sueño por la infancia que pasé.
– ¿Y cómo se consigue?
–En parte me he hecho a mí mismo. También ha habido gente que me ha ayudado, como los abogados Javier y Juan de Dios, del buffete Cabillas&Duarte, que han sido claves para la nacionalización, y también el doctor Fernando Seoane Pampin de Madrid, que ha hecho mucho por mí.  También me ha ayudado mucho la Federación Española de Atletismo, y mi entrenador y responsable de fondo, Luis Miguel Landa, y también Odriozola. Los dos años que he estado con ellos en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid han sido claves para mejorar mi nivel, como persona y deportista. Si no fuera por ellos, habría sido imposible llegar hasta aquí.
–¿Ya no entrena en el CAR?
–No. Entreno en Marruecos. Prefiero estar en un sitio sin atletas. Me mandan por correo el plan de entrenamiento, y me ejercito solo. No me gusta que estén pendiente de mí, que me cojan el crono. Me siento presionado, nervioso, y no entreno bien. Ahora estoy entrenando por mi cuenta para conseguir la mínima para el Mundial y estoy mejor que nunca. Pero no quiero participar en Corea del Sur, ha sido un año duro y estoy algo cansado mentalmente. Necesito descansar en agosto y preparar el Europeo de Cross para estar con los diez mejores.
–¿Se ve en las Olimpiadas?
–El año que viene será mi único objetivo. Creo que si las cosas me salen bien podré estar entre los seleccionados. Es lo máximo para un deportista. Si no lo consigo para Londres, pues habrá que esperar a Río de Janeiro, y si no más adelante. Me queda mucho por delante, unos 17 años de atletismo si hay suerte.
–Sus distancias favoritas son la de 5.000 y 10.000, especialidad de subsaharianos.
–A la hora de correr no existen razas, religiones, país o nombres. No es que los negros corran más, es que entrenan más. Son muy pobres, y quieren sacar a su familia de esa vida. También ha habido españoles que han ganado a etíopes y keniatas. Son buenos, sí, pero porque se cuidan muchísimo. Si uno sigue ese tipo de vida, y tiene buena genética, puede luchar contra cualquiera.
–Parece que la Federación Española de Atletismo confía en Mohamed Marhum.
–Sí así fuera es por algo. Personalmente me da mucha confianza. Que haya gente sabe tanto de este deporte y vea algo en ti, es muy importante. Yo espero devolver esa confianza y llegar a lo máximo, y sacar una medalla de oro para mi país.
–Se ha montado mucho revuelo en la prensa, no sólo en España, sino en Marruecos, con su nacionalización.
–Es bueno para cualquier deportista salir en los medios de comunicación, que te conozcan. No me lo esperaba. Ahora oigo más mi nombre cuando voy a competir en las carreras. Incluso me han pedido foto y autógrafo. Todo eso es gracias a la prensa.
–En Marruecos hablan de “robar” en cuanto a su nacionalización ¿Le han comentado algo?
–Sí. El otro día me acusaron de no querer representar a mi país, que está muy mal.
–¿Qué le respondió?
–Le dije que España me lo ha dado todo. Si yo corriera por Marruecos sería un traidor a mí país, España. Me dio de comer, medicamentos, me sacó de la ignorancia. Pude estudiar y entrenar, conseguí una medalla en un Campeonato de España, y otra a nivel internacional. España es mí país, y cuando ganamos el Mundial de fútbol en Sudáfrica casi lloré de la emoción. Lo sentí como mío. Me siento más español que nadie. Es verdad que nací en Marruecos, y que tengo mi familia allí, pero he vivido más años en España. Tengo la nacionalidad por derecho.
–¿Y qué piensa tu familia de todo esto, de su gran momento?
–Lo ven bien, por supuesto. Para mí mi familia es mi motivación. Si corro tanto es porque les quiero sacar de la pobreza. Si alguien viera lo que llevo detrás, comprenderían mi situación. Mi familia vive en una chabola sin agua ni luz. Mis padres están enfermos, y quiero sacarlos de ahí como sea, y si para eso tengo que convertirme en el más grande, lo voy a intentar. Cada vez que los veo así me  pongo muy mal, pero me motivo muchísimo.
–¿Se puede conseguir con el atletismo?
–Sí. Hombre, no vas a vivir como Cristiano Ronaldo o Messi, pero si vas mejorando y consigues alguna medalla, creo que podría vivir mejor. Sé que no es fácil, pero vivo con ese sueño de poder sacar a mi familia de la pobreza, y me da muchas fuerzas cada vez que tomo una salida.
–Su hermano Bilal tiene maneras, ganó hace poco la Nocturna de San Juan.
–Lleva poco tiempo entrenando pero tiene cualidades. Está haciendo marcas muy buenas, y creo que me va a dar guerra. Ahora mismo entrena en Marruecos. No sé si Ceuta le ayudará, si no yo me encargaré de encontarle un club. Tuvo un problema cuando estaba en el Centro de Menores, le dieron un permiso y se lo quitaron el mismo día. Espero que se solucione. No entiendo que pase algo así con una persona saludable que sólo quiere hacer deporte.
–Hay muchas críticas en del mundo del atletismo por el capítulo de las nacionalizaciones, y no sólo por su caso.
–Voy a decir una cosa bien clara. Si estás ahí, es porque te has ganado tu beca corriendo en la pista. No le has quitado nada a nadie. Mucha gente critica por miedo. Pero son españoles, representan a tu país, y eso es bueno. Si alguien consigue lo mejor para tu país, no sé por qué hay que criticarlo.
–El atletismo español pasa en estos momentos por una situación delicada con el tema del dopaje, ¿cómo lo ha vivido durante su estancia en Madrid?
–Yo soy de los que piensan que no hay pruebas. Han sancionado a Alemayehu Bezabeh, y desde aquí le mando mucho apoyo. Lo está pasando muy mal. Es un chico genial, un trozo de pan, que se dedica a entrenar y a trabajar. De hecho, los que está implicados no han dado positivo,y si es así no hay dopaje. El atletismo español está muy limpio. Y ahora está en un buen momento, séptimo en la Copa de Europa, el mejor puesto en la historia. Yo me fío de todos los que están.
–¿Y de quién es la culpa en cuanto a estas acusaciones?
–Mucha gente juzga sin saber. Yo no comparto sus opiniones. Es fácil hablar de dopaje sin tener pruebas. Hay que respetar al deporte español. Es muy limpio y está en uno de sus mejores momentos. Es fácil hablar y verlo todo desde fuera, opinando sin saber lo que de verdad pasa dentro, sólo por hacer daño. Poco más se puede decir.