Elegía a Ramón Sijé: (En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé/a quien tanto quería).
Yo quiero ser llorando el hortelano/de la tierra que ocupas y estercolas, /compañero del alma, tan temprano.//Alimentando lluvias, caracolas/y órganos mi dolor sin instrumento,/a las desalentadas amapolas//daré tu corazón por alimento./Tanto dolor se agrupa en mi costado/que por doler me duele hasta el aliento.//Un manotazo duro, un golpe helado,/un hachazo invisible y homicida,/un empujón brutal te ha derribado.//No hay extensión más grande que mi herida,/lloro mi desventura y sus conjuntos/y siento más tu muerte que mi vida.//Ando sobre rastrojos de difuntos,/y sin calor de nadie y sin consuelo/voy de mi corazón a mis asuntos.//Temprano levantó la muerte el vuelo,/temprano madrugó la madrugada,/temprano estás rodando por el suelo.//No perdono a la muerte enamorada,/no perdono a la vida desatenta,/no perdono a la tierra ni a la nada.//En mis manos levanto una tormenta/de piedras, rayos y hachas estridentes/sedienta de catástrofes y hambrienta.//Quiero escarbar la tierra con los dientes,/quiero apartar la tierra parte a parte/a dentelladas secas y calientes.//Quiero minar la tierra hasta encontrarte/y besarte la noble calavera/y desamordazarte y regresarte.//Volverás a mi huerto y a mi higuera:/por los altos andamios de las flores/pajareará tu alma colmenera//de angelicales ceras y labores./Volverás al arrullo de las rejas/de los enamorados labradores.//Alegrarás la sombra de mis cejas,/y tu sangre se irá a cada lado/disputando tu novia y las abejas.//Tu corazón, ya terciopelo ajado,/llama a un campo de almendras espumosas/mi avariciosa voz de enamorado.//A las aladas almas de las rosas/del almendro de nata te requiero,/que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero).
- ¡Uff!, un golpe helado, un manotazo duro a la misma esencia de la vida -tal como nos dijera el poeta, Miguel Hernández, en su trágica y desoladora elegía a su amigo Ramón Sijé- nos los ha arrebatado....
- Y, qué podría yo decir que no sepáis ya de Paquito.... Sin embargo, en este presente dolor que me embarga intentaré decir algunas cosas de él, a saber:
- Paquito formó parte en Club de Tenis que formamos en la variada de la Junta del Puerto, en el campo que construimos detrás de los pabellones y, como sede social uno de los gallineros que perteneció al abuelo de Pepito Pacheco...
- El equipo infantil lo formaban Pepito Pacheco, Josemari Romera "Mamen", y él, que seguramente ahora andará con Pepito -que también se no fue muy joven- echando un partido de dobles a los ángeles, sin ceder un set, y dejando callados a los alados, allá en las extensas canchas de los cielos....
“Paquito tenía unas cualidades excepcionales para practicar cualquier deporte, y fue futbolista del Club Deportivo Puerto desde infantiles”
- Paquito tenía unas cualidades excepcionales para practicar cualquier deporte, y fue futbolista del Club Deportivo Puerto desde infantiles; un buen defensa difícil de superar por un delantero dada su velocidad y destreza con el balón. También, alcanzó, sin ninguna preparación especial a ser subcampeón de tenis del Campeonato Escolar de Andalucía...
- Me unía a él una relación especial desde que tenía doce años y empezó a pegar raquetazos contra el muro de las escleras de la terraza del primer pabellón que era de donde éramos vecinos... Y, de ahí, pasamos a nuestro propio campo que conseguimos allanar trabajando a destajo todos los sábados con apenas una azada y unas cuantas espiochas...
-Siempre que me allegaba a Ceuta, ¡iba a verlo a su oficina de “Autorecambios!" y tomábamos un café en "Portuarios" al que también acudía Pepe Sevilla, nuestro amigo común del barrio y del tenis, al que llamábamos en recuerdo del famosos tenista americano: “El Gigante de Pasadena” …
-También hicimos alguna que otro "encuentro o quedada", con otros vecinos de La Puntilla, a saber: Chari Bermúdez, Pedro Melguizo, Paco Pietro,” El Potra”, Pepe Sevilla, Guillermo Bermúdez, José Antonio Ferrer "El Mao", Francisco Javier Pacheco, "Kiko", y el que suscribe, en los bodegones de Las Murallas Reales, donde dado su proverbial generosidad, siempre se aprestaba a pagar... Y, claro, pagaba, porque era amigo del camarero a pesar de nuestras protestas…
“Ha sido un golpe bajo, Paquito, no lo esperaba y, sabes: me cuesta y se me nubla la vista en cada palabra que escribo”
- Yo no sé a qué carajo te has tenido que ir tan pronto con la ilusión que te hacia mantener a flote tu negocia y a sus trabajadores... No; no sé ni comprendo, el porqué necesitaban de tus servicios allá en los confines del cielo, donde habita Dios....
. Ha sido un golpe bajo, Paquito, no lo esperaba y, sabes: me cuesta y se me nubla la vista en cada palabra que escribo.; porque es algo doloroso escribirte un epitafio a ti, a quién tanto apreciaba, y era uno de aquellos chiquillos a los que yo aficioné al tenis...
-“Temprano madrugó la madrugada”, como seguimos leyendo en la elegía del poeta a su amigo Ramón; y, nos arrebató tu presencia, sumidos en la cordillera del espanto donde tu rastro se pierde sin que podamos alcanzarte…Sí; nos duele tu ausencia y algo más que la tristeza se allega al alma sin que podamos evitarlo. Tu recuerdo se afirmará imperecedero de gesto noble y altanero cuando llegaba la ocasión. Empresario grande y de buen corazón de nuestra Ceuta, como te han mencionado ayer en “El Faro”, y te han dejado decenas mensajes de condolencias tus innumerables amigos que habitan la ciudad, y han querido despedirse y darte el último abrazo.
-No; no quiero despedirme de ti, ni quiero que descanses en paz... Prefiero pensar que no te has ido, y cuando vaya a "La Puntilla", vuelva a verte a tu oficina para que nos tomemos un café, como tantas otras veces...
-Así, que un abrazo compañero, compañero y amigo, hasta que de nuevo nos veamos a ver y, recordemos entre risas, aquellos partidos inolvidables en nuestro campo de tierra batida construido por nuestras propias manos en los pabellones de La Puntilla... Ahí es na…