Las obras del polideportivo José Ramón López Díaz Flor, ubicado en Miramar, avanzan a buen ritmo y ya se han colocado la gran mayoría de los paneles de la fachada, elaborados en hormigón con aislamiento, al tratarse de un material que ofrece más aislamiento térmico, lo que revertirá en una mayor eficiencia energética.
Simultáneamente a la colocación de los paneles de la fachada, se están instalando las dos piscinas del complejo, una de ellas de competición, con unas medidas de 33,5×25 metros y una segunda, de ‘chapoteo’, de 12,5×8, que se emplearía en la ejecución de otras actividades como enseñanza y práctica de natación.
Por otra parte, es significativa la nueva cubierta del polideportivo, elaborada en madera en detrimento a la estructura metálica anterior a fin de evitar la oxidación del techado debido al cloro de la piscina y la humedad que genera la climatización que se emplea en unas dependencias de estas características.
Las nuevas dependencias dispondrán de la última tecnología aplicada al mundo de las infraestructuras deportivas. Una de las novedades es la instalación de una aplicación técnica que ya se emplea en el polideportivo Guillermo Molina. Se trata de un pasillo lateral dotado con cámaras submarinas, que permite analizar el comportamiento de nadadores y waterpolistas a través de sus movimientos bajo el agua.