F.G.R. ha sido condenado a pagar una multa de 1.800 euros al quebrantar una condena de agresión sexual por la que fue juzgado en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial, que le impuso una pena de dos años y seis meses de prisión, uno de libertad vigilada y otros cinco de prohibición de acercarse a la víctima. Además, el acusado debía participar en un programa de educación sexual al que dejó de acudir varias sesiones, incurriendo así en el delito por el que ha sido juzgado en los Penales número 2.
Al delito de agresión sexual también se sumaba uno de lesiones contra la víctima, la empleada de una cafetería de Marina Española que el pasado 9 de diciembre de 2012 se encontraba en su lugar de trabajo cuando F.G.R. entró en el establecimiento y se bajó los pantalones, mostrando sus genitales a la mujer, mientras le decía que quería besarla y abrazarla.
Ante dicha situación, la mujer se dirigió a la puerta del establecimiento con la intención de cerrarla, momento en el que el procesado accedió al interior y comenzó a propinarle palabras malsonantes y amenazas.
Seguidamente, la agarró del cuello fuertemente provocándole asfixia y le bajó el pantalón parcialmente llegando a romperle el cinturón, sin llegar a bajárselo por completo por la resistencia de la víctima.
F.G.R. la golpeó en la cara en repetidas ocasiones, instante en que una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía que transitaba por la zona se percató de los hechos e intervino deteniendo al agresor.