Padres y docentes, juntos por primera vez a parar las aulas

Menos de dos meses después de la última huelga general, todas las aulas públicas de la ciudad autónoma y el resto del país están llamadas hoy a la quinta huelga general educativa en España, la primera en la que padres y profesores forman un frente común bajo la convicción de que “no se trata de una movilización de naturaleza exclusivamente profesional o laboral, sino social”.

Familias, maestros y profesores llevan días convenciéndose mutuamente y a sus respectivos colectivos en forma de asambleas o contactos personales para que ni los docentes acudan a sus puestos de trabajo ni los progenitores llevan a sus descendientes a clase.
“No podemos caer en el error de reaccionar cuando sea tarde porque no queremos que llegue un momento en el que no podamos explicar a nuestros hijos que mirábamos para otro lado cuando les arrebataban su futuro”, reiteró ayer en declaraciones a este periódico el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA), Mustafa Mohamed.
Los cuatro sindicatos con representación en la Junta de Personal Docente (FECCOO, FETE-UGT, ANPE y CSI.F) están seguros de que el descontento del colectivo con medidas como la ampliación de ratios y jornadas lectivas, el recorte de condiciones laborales y la posibilidad de que decenas o cientos de interinos pierdan sus trabajos traerán un nivel de seguimiento “muy alto”, sobre todo en Secundaria, donde se supone que las víctimas de los ajustes serán más numerosas.
La Asociación en Defensa de la Escuela Pública de Ceuta (@EsPublicaCeuta) lanzó ayer un decálogo-manifiesto en el que, bajo el título ‘Para esta huelga nos sobran los motivos...’, deja claro que a su juicio hay que parar las clases, entre otras razones, “por las niñas y niños con necesidades específicas que el próximo curso no contarán con el apoyo educativo que necesitan”, “por la subida de tasas en la Universidad y las trabas en el acceso a las becas”, “porque creemos en una escuela inclusiva y no segregadora” y “porque ejerciendo nuestro derecho a la huelga también estamos educando”.
Con la enseñanza concertada al margen de la movilización, la Delegación de Estudiantes de la Facultad de Educación de la UGR ha decidido no adherirse a la huelga y dar libertad a cada estudiante para que haga lo que considere más oportuno. Según el responsable del colectivo, Alejandro Ortiz, los estudiantes esperan que el seguimiento pueda llegar  “al 50%”.
‘Tiza en la calle’
Noventa minutos antes de la concentración convocada por sindicatos y demás agentes de la comunidad educativa local a mediodía con entrega de firmas incluida en la Delegación, la Plaza de los Reyes recibirá a las 10.30 horas al profesor de la UGR Fernando Trujillo y a sus alumnos, con los que desarrollará un taller sobre ‘Aprendizaje Cooperativo en Educación Infantil y Primaria’.
“Lo haré porque alguno de mis estudiantes quizás no pueda el próximo año pagar sus matrículas, porque quizá quien no pueda pagar sea otro”, explica.

“Se está exagerando; la repercusión del ajuste en Ceuta será mínima”

El director provincial del Ministerio de Educación, Cecilio Gómez, se mostró ayer “seguro” de que los servicios mínimos decretados para hoy (director y jefe de Estudios o personas en quienes deleguen) y los docentes que no respalden la huelga convocada serán más que suficientes para que no se produzca “ningún problema de asistencia al alumnado en los centros educativos”. “Se está exagerando un poco la repercusión que tendrán unos ajustes que, sobre todo en Ceuta, serán mínimos, tal y como acreditan los informes que se han realizado durante las últimas semanas”, argumentó Gómez, quien señaló que la pérdida de docentes con respecto al cupo de este curso será, en caso de producirse “muy inferior a la anunciada [al menos 70 ó 100, según los sindicatos]”.