Agentes de la Guardia Civil adscritos al Servicio Cinológico detuvieron en la noche del pasado viernes a un padre y su hija cuando pretendían embarcar con casi 84 kilos de hachís escondidos en el coche que ocupaban.
La droga, repartida en bloques, estaba oculta en un doble fondo que se le había practicado al vehículo Opel Zafira que ocupaban. Poco tardó el can de la Unidad adscrita a la Compañía Fiscal en localizar el pequeño alijo, prueba ineludible de la comisión de un delito contra la salud pública imputable a la pareja.
Ambos embarcaban con destino a Algeciras cuando su inicial trayecto fue abortado en el punto de control antinarcóticos del puerto. Los en concreto 83 kilos y 900 gramos estaban repartidos en tabletas, que fueron extraídas por los agentes del Instituto Armado nada más recibir la alerta del can. La droga, valorada en 131.000 euros, ha quedado intervenida en los depósitos de Sanidad dependientes de la Delegación del Gobierno y ubicados en el puerto.
M.E.F., nacido en Marruecos, de 53 años y su hija, J.E.F., de 22, nacida en los Países Bajos (zona de residencia de ambos, que tienen documentación del lugar), fueron detenidos tras comprobarse la existencia de hachís por su presunta vinculación con el tráfico de drogas, quedando además intervenido el vehículo que ocupaban.
Este servicio es uno de los más destacados de los llevados a cabo en la zona portuaria, en un periodo en el que los decomisos de hachís en el puerto han descendido de forma notable. Ya no solo los localizados en el interior de vehículos, sino también las pequeñas cantidades aprehendidas a culeros o a individuos que portan la droga adosada al cuerpo. Es muy llamativo el notable descenso de las intervenciones en esta zona, lo que ha terminado por dar un vuelto a las estadísticas de otros años.