El presidente del
Gobierno de Ceuta, Juan
Vivas, se ha puesto como plazo para cerrar el pabellón de La Libertad esta semana, ya que quiere que “a final de mayo” las instalaciones estén vaciadas. Ese es el propósito, otra cosa es que, como en otras ocasiones sucede, pueda cumplirse. Para Vivas ese cierre tiene que llevarse a cabo “de manera ordenada” en base a varias razones que lo justifican al tratarse de un
recurso de carácter extraordinario, excepcional y temporal que se ofreció toda vez que el Estado no ha dado alternativas. Con la entrada de Ceuta en la
Fase 2 la necesidad de tener a personas confinadas ya no existe con lo cual desaparecen las “razones sanitarias” que justificaron el transformar de la noche a la mañana ‘La Libertad’ en un centro de inmigrantes. “No se puede confinar a estas personas porque hay libertad de movimientos y esta no se puede privar. La razón sanitaria ha desaparecido”, ha defendido Vivas. Otra razón expuesta es el foco de inseguridad en el que se ha convertido el pabellón, ejemplo y protagonista de “una crónica de sucesos diarios y permanentes de todo tipo”. Esa inseguridad es la que provoca que no pueda seguir funcionando como tal. Se recuperará como pabellón al igual que se hará lo propio con el polideportivo Santa Amelia. La Ciudad aboga porque vuelvan a ser infraestructuras de la Ciudad cuanto antes. Otro de los fundamentos que avala la decisión de cierre es el hecho de que la salida de inmigrantes ocurrida desde el pasado viernes, el difundido ‘pasillo humanitario’, es u asunto de inmigración. “Estos hechos ha puesto en evidencia que nos estamos desenvolviendo en un ámbito relacionado con temas de extranjería, de frontera. Ni en asuntos de inmigración, ni en frontera, ni en materia de relaciones con Marruecos tenemos competencias ni medios ni recursos. Lo razonable es poner este asunto en quien tiene recursos”, ha zanjado.