Pá descontento el nuestro

Esta carta, aunque dirigida a nuestro excelentísimo señor delegado del Gobierno, es sobre todo una puesta en conocimiento a nuestros conciudadanos  de las condiciones en las que estamos trabajando por su seguridad y que sin duda agradecerán después de leerla los esfuerzos y logros que se tienen pese a lo que a continuación van a conocer. Sin duda para cualquiera de los funcionarios que componemos esta institución no es cuanto menos sonrojante que se conozcan a la luz pública los datos que a continuación les vamos a detallar, pero muy a pesar de estar orgullosos de desempeñar la labor de velar por la seguridad de nuestros vecinos creemos, como se suele decir, que “la verdad nos hará libres”.
Por tanto tras escuchar manifestaciones de nuestro máximo responsable en materia de seguridad como es el caso del excelentísimo señor delegado del Gobierno en las cuales manifiesta su descontento por la marcha de la seguridad en nuestra ciudad, así como el alarmismo por parte de los funcionarios de los distintos cuerpos de seguridad que prestan servicio en la misma, por las continuas agresiones que viene sufriendo en  propiedades particulares, entre las que hay que destacar la continua celebración de la noche de San Juan con vehículos propiedad privada de los citados anteriormente, cabe destacar que tales hechos, hasta el momento, no han conllevado daños personales, pero que solo es cuestión de tiempo que estos se produzcan. Entonces ya no habrá que alarmarse sino lamentarse y llorar como suele suceder en estos casos, es por tanto que, para descontento, el nuestro señor delegado. No solo por este particular que cuanto menos es gravísimo, sobre todo para los que tienen que pagar con unas nóminas mermadas por el Gobierno al que usted representa así como por el que lo precedió, una propiedad de la que ya no disponen, todo ello por realizar su trabajo con los medios que para ello se han dispuesto en esta Jefatura Superior, y que son dignos de una auténtica República Bananera, contando con una flota de vehículos desastrosos conocidos entre los compañeros como los ‘sin’, (sin luces, sin frenos, sin aire acondicionado, sin sistema de luces de emergencia, etcétera)  y  últimamente mermada debido a la baja de seis de los mismos, por la adquisición de uno, lo cual nos da un resultado digno del propio Rafael Nadal un set perdido por 6 a 1, con casos que rozan el esperpento como unidades que no tienen vehículo alguno para traslado y atención de víctimas, como es el caso del servicio de atención a la violencia de género... aun así, seguimos trabajando, acudiendo a nuestras oficinas con unas sillas y mesas en las que nos avergüenza sentar a nuestros convecinos cuando vienen a presentar una denuncia y cuyo denominador común es la mugrosidad, por no hablar de los recursos informáticos de los que disponemos, con ordenadores  obsoletos, impresoras inexistentes, sin olvidar el hablar de las condiciones en las que trabajan los compañeros del puesto fronterizo del Tarajal, bajo la lluvia pero sin cantar porque les chirrían los dientes del frío. Y por último y grandilocuente afirmación  por su parte en que la solución de todos estos problemas  será el desembarco en nuestra ciudad de una remesa de jóvenes policías, menospreciando la veteranía y profesionalidad de los ahora actuantes, que sea dicho de paso han colocado a la brigada de seguridad ciudadana de esta Jefatura entre las tres mejores de este país, por tales motivos no nos queda más que decirle como representantes de nuestros compañeros “PÁ DESCONTENTO EL NUESTRO”.