El Salón de Plenos de la Asamblea acogerá pasado mañana la sesión del debate previo a la aprobación de las cuentas del próximo año. Dentro de un mes y antes del 31 de diciembre, tendrá lugar la sesión definitiva para resolver las correspondientes enmiendas o reclamaciones, si es que son presentadas, lo que es muy probable en el caso de las primeras. Los ciudadanos que asistan personalmente a la sesión del miércoles o conozcan el contenido de la misma a través de los medios de comunicación, comprobarán que los argumentos no les son en absoluto desconocidos. Desde los escaños de los diputados del Ejecutivo local se defenderá que los Presupuestos para 2017 son unas cuentas ajustadas a la realidad de nuestra ciudad, en las que las partidas destinadas a políticas sociales tienen un peso predominante. Se asegurará que los números recogidos en el Presupuesto están ajustados a la realidad de nuestra ciudad y que representan una apuesta por el progreso y el desarrollo económico.
Por el contrario, el adjetivo “continuista” probablemente será uno de los más utilizados por los diputados que ocupan los escaños de la oposición. Es el calificativo más usado en los últimos ejercicios para mostrar el rechazo de quienes no tienen responsabilidades de gobierno. Es muy posible que se acuse al Ejecutivo local de falta de apoyo a los sectores más desfavorecidos. Y en este cruce de reproches y críticas saldrán a relucir números, cifras y partidas que, según quien las ponga encima de la mesa, servirán para defender un argumento o el contrario.
Asistiremos a un Pleno en el que unos y otros desempolvarán sus tradicionales discursos. Y dentro de un mes veremos que el debate da como resultado unos Presupuestos para 2017 cuyo contenido difiere poco o nada del recogido en el documento original.
Así han sido los Plenos de los Presupuestos de los últimos años y nada hace pensar que este vaya a ser diferente.