Otro modelo para el fútbol profesional

El presidente de la AD Ceuta, que cree que es víctima de una conspiración judeo masónica y no asume responsabilidad alguna en lo acontecido en la última temporada, se quejó en la intervención en Radio Televisión Ceuta (RTVCE) de la falta de claridad del Gobierno de la Ciudad para explicar la nueva realidad económica en tiempos de crisis mundial y nacional. A José A. Muñoz debió parecerle poco que la subvención municipal sufriera un recorte en la temporada 10-11, la de su regreso a la presidencia del equipo caballa, y un nuevo ‘tijeretazo’ en la 11-12 cuando Guillermo Martínez, portavoz del Gobierno, anunció una serie de medidas anticrisis y entre ellas se encontraba una disminución significativa de la subvención para el primer equipo de fútbol.
Antes de empezar la pretemporada, Muñoz sabía que debía hacer un equipo con 400.000 euros por lo que nadie le iba a exigir que la AD Ceuta jugara la fase de ascenso.
Es más, también conocía que la subvención para la temporada 12-13 ascendería a 200.000 euros. Tocaba por tanto cambiar el chip y empezar a mirar a la cantera, aunque obviamente también tendrían que llegar futbolistas del otro lado del Estrecho con experiencia en la categoría.
Un equipo donde tuvieran cabida jóvenes con ganas de ‘comerse’ el mundo (se acuerdan de Puli, Pedro Ríos, Rubén Pazos, Pedro, David de Coz, Diego Reyes, Álvaro Cejudo o Raoul Loe), después del ‘papelón’ de la campaña anterior con muchos futbolistas de la Liga Adelante que en casi todos los casos no cumplieron con las expectativas creadas y, lo que es peor, el equipo caballa se quedó fuera del play off de ascenso.
Pero Muñoz nunca ha mirado a la cantera ni está para proyectos a medio plazo. Dijo que regresaba para dos años con el objetivo de ascender de categoría.
Confeccionó un equipo por encima de los ingresos previstos convencido de que se ‘metería’ entre los cuatro primeros clasificados y la Ciudad tendría que aportar más dinero.
Una situación que tampoco era nueva. En la temporada 02-03, en el transcurso de la única asamblea para abonados de su primera etapa de nueve años en la AD Ceuta, llegó a manifestar que estaba harto de acudir a la Asamblea para que al primer equipo de la ciudad le dieran una limosna.
Muñoz convenció a un grupo de abonados para que se reunieran con Juan Vivas en su despacho y se solicitó un esfuerzo económico por parte de la clase política. La Ciudad Autónoma atendió la petición y la subvención fue aumentada.
En el verano del 2005 el gobierno de Vivas debió poner en marcha un plan de saneamiento plurianual para evitar la desaparición de la AD Ceuta que arrastraba 1,5 millones de euros de deuda. O lo que es igual, estaba al borde de la ‘muerte económica’.
Ernesto Valero, el sustituto de Muñoz en la presidencia del Ceuta, solicitó a mitad de aquel ejercicio la ayuda de la Ciudad para intentar esquivar las últimas cinco posiciones y alcanzar la permanencia (la AD Ceuta terminaría décima gracias al ‘efecto Orúe’ tras sumar 22 puntos en once jornadas).
Después de una primera vuelta marcada por un sinfín de empates y con la Asociación en la zona baja de la tabla, la directiva de Valero no podía fichar en el mercado de invierno porque tenía los derechos federativos suspendidos.
La deuda con la AFE ascendía a 136.348 euros y el ex presidente Muñoz salió a la palestra para salvar a la AD Ceuta presentando un aval por esa cantidad, con la condición ‘sine quanon’ de que la junta de Valero abandonase el club. Muñoz llegó a decir en rueda de prensa el 18 de enero de 2006 “ponga usted, señor Valero, el dinero de su bolsillo y arriesgue. A día de hoy hacen falta más de veintidós millones para fichar y lo que debe hacer es ponerlos en la AFE para saldar la deuda. Presente usted el aval que para eso es presidente de la AD Ceuta y que no lo sufrague la Ciudad Autónoma”. Seis años después, José A. Muñoz culpa de las seis nóminas pendientes a la plantilla y de los salarios que no han cobrado los integrantes del cuerpo técnico al gobierno de Juan Vivas y asegura que no puede sanear el club administrando ruinas.
Desde su periódico ha iniciado una campaña para desviar la atención tratando de ‘vender’ que todo el mundo está en contra de la AD Ceuta y desea que el equipo desaparezca.
El gran problema que tiene el presidente del equipo caballa es que la afición, muy descontenta con todo lo sucedido en el último Campeonato, le ha dado la espalda al equipo y no aprueba su gestión. Apenas doscientos aficionados han acudido al Alfonso Murube en muchos partidos de la segunda vuelta cuando el club contaba con casi mil abonados.
La imagen de unas gradas prácticamente vacías no ayuda a reivindicar una mayor implicación de la Ciudad. Muñoz ha iniciado una huida hacia delante encaminada a lavar su figura como presidente, muy ‘tocada’ después de dos campañas en las que se han concatenado los errores.

Empezar por abajo
Pero si al primer mandatario de la AD Ceuta no le quedó lo suficientemente claro el nuevo rumbo del gobierno de Vivas, iniciado hace dos años, en relación al equipo de fútbol de Segunda ‘B’, el presidente del ejecutivo local ya ha manifestado que “no podemos patrocinar casi en exclusiva un equipo de fútbol profesional.
La fórmula del Ayuntamiento aportando dinero en los últimos treinta años no ha funcionado. Este gobierno va a apostar por los chicos de Ceuta, por las instalaciones para que puedan practicar deporte”. Vivas va más lejos en sus declaraciones y entiende que “debe existir una íntima relación entre la cantera y el primer representante futbolístico de la ciudad. Antes se podía subvencionar a la AD Ceuta con cantidades importantes, pero no se ha conseguido el objetivo de ascender a Segunda División.
Hay que empezar por abajo”. La Ciudad da un giro de ciento ochenta grados después de comprobar que los edificios se empiezan a construir por los cimientos y no por el tejado. Con la anuencia del Ayuntamiento los proyectos de la AD Ceuta no iban más allá del 30 de junio y el fin (el ascenso a la división de plata) justificaba los medios. ¿Qué patrimonio tiene la AD Ceuta después de dieciséis años de vida? ¿Qué futbolistas de la ciudad han ‘salido’ en este periodo de tiempo? ¿Por qué no se obligaba a todos los equipos de fútbol de categoría nacional a ir de la mano para intentar que algunos chicos llegaran preparados para competir en Segunda ‘B’?
Resulta evidente que cada uno ha hecho la guerra por su cuenta y los resultados ahí están. La primera medida que ha tomado la Federación de Fútbol de Ceuta y el Comité Técnico de Árbitros ha sido terminar con el ‘fútbol de mentira’ en que se habían convertido muchos partidos del Gimnasio Goyu-Ryu en División de Honor Juvenil y de los equipos de Liga Nacional cuando actuaban en el José Benoliel.
Con arbitrajes surrealistas, denunciados por el que escribe, se conseguía la permanencia a cambio de la nula progresión de los jugadores.
Esta temporada el Ceutí logró quedarse en el grupo 14 de Liga Nacional Juvenil por méritos propios, sin la ayuda arbitral. Los blanquinegros sumaron 37 puntos a ley en las treinta jornadas celebradas. Sólo se ha puesto la primera piedra para que en un futuro no muy lejano se pueda contar con un número aceptable de jugadores de la ciudad en el primer representante futbolístico.