Otra visión de los niños migrantes

La Agenda Cultural de CCOO dedicó este viernes su cita de este mes a los ‘Menores no acompañados en la encrucijada’ y lo hizo, una vez más, facilitando a los asistentes al debate, que casi llenaron el Salón de Grados del Campus, nuevas perspectivas sobre el objeto de análisis. En esta ocasión fueron el activista melillense José Palazón, fundador de PRODEIN; el director del Centro de Realojo Temporal de ‘La Esperanza’, Julio Rodríguez; y el periodista Javier Romo los encargados, en una mesa redonda moderada por la profesora Belén Larrubia, de abordar el asunto de los niños migrantes desde la óptica de la atención social e institucional y la cobertura mediática, respectivamente.

Palazón señaló dos grandes “diferencias” en el abordaje del fenómeno de la migración infanto-juvenil marroquí entre Ceuta y Melilla, por un lado, que aquí existe “una Fiscalía como Dios manda”, que se ocupa y preocupa por su derechos . Por otro, la figura de la jefa del Área de Menores local, Toñi Palomo, “que como cualquier otro funcionario no puede manifestarse como quisiera” pero que no tiene comparación con los políticos de la ciudad hermana que han llevado las riendas del tema junto a Imbroda, que o “odiaban a los menores” o los calificaban de “inmigrantes precoces”.

El fundador de PRODEIN recordó que también hay jóvenes españoles “en desamparo o en Centros de Menores” de los que nadie habla. “Tienen una protección y unos derechos, pero hemos creado dos grupos de niños: los que hay que tapar y los que hay que publicar, de lo que se encargan los políticos diciendo que hay una avalancha y que arruinan la ciudad”, diagnosticó el activista.

A Palazón le ha vuelto “loco” para mal que Vivas, “que siempre había sido prudente con estos temas”, se haya sumado a la tónica de alarmismo. “Me creo que el director de ‘La Esperanza’ afirme que está saturado y que no puede atender a los niños, pero me da risa que digan que 500 pueden arruinar una ciudad como Ceuta”, alertó muy crítico con dos gobiernos regionales “que llevan veinte años alentando el contrabando hacia Marruecos, un país muy corrupto que por primera vez ha decidido cortar esa actividad”.

Julio Rodríguez, director de La Esperanza: "Parte de la población de Ceuta actúa como la Inquisición con el colectivo que tratamos”

Desde su punto de vista “una ciudad no puede tener como única perspectiva económica el contrabando”. “Cuando yo llegué a Melilla a los catorce años la población marroquí compraba en todos los comercios de la ciudad, pero después llegaron los señores Vivas e Imbroda, crearon unos polígonos y lo hundieron todo salvo a esos empresarios dedicados al contrabando que ampara muchas otras cosas”, repasó Palazón, que cifró en al menos un tercio de los menores tutelados por la Ciudad el porcentaje de los que son hijos de las miles de porteadoras marroquíes que a diario entran en territorio español “a trabajar” mientras “los tratan como a demonios”.

“No podemos seguir viviendo del mismo cuento de la lechera: tiene que cambiar todo y yo me niego a aceptar esa idea de que esos ‘inmigrantes precoces’ arruinan dos ciudades que viven de ellos y de sus madres y en Melilla solo de ‘La Purísima’ dependen 200 empleos directos”, indicó.

A juicio de Palazón “no es cierto que esos ‘inmigrantes precoces’ nos estén arruinando”

El director de ‘La Esperanza’, Julio Rodríguez, reconoció que el centro está “saturado” actualmente y desgranó las etapas por las que pasan los menores una vez que acceden a sus instalaciones. También repasó las condiciones de escolarización en las que puede atenderse a una población que en su inmensa mayoría llega a la ciudad con más de dieciséis años y criticó que “parte” de la sociedad ceutí “actúe como la Inquisición cuando las estadísticas demuestran que el número de condenas por delitos cometidos por menores extranjeros es igual a la de las dictadas sobre nacionales cuando los primeros lo son, sobre todo, por peleas en el interior del equipamiento, que a menudo sufre apedreamientos de los que nadie habla”.

“El colectivo con el que trabajamos es utilizado a menudo como arma arrojadiza entre partidos y en esta ciudad solo Caballas y Podemos lo han defendido sin importar su coste en votos”, valoró el funcionario, que también agradeció el apoyo de distintas entidades de la sociedad civil “como Elín, Cardijn, Cruz Roja...”, si bien lamentó que actúen “descoordinadas”.

“Ser español es caro”

El director de ‘La Esperanza’ cifró este viernes en 451 el número de menores migrantes solos tutelados en el centro de Hadu, 80 atendidos por SAMU en los módulos prefabricados instalados hace algo más de un año y 371 en las de un inmueble “totalmente colapsado”. “En 2019 sumamos 980 ingresos, 171 solo en diciembre, de menores nuevos porque cruzan la frontera incluso con sus padres sin ningún tipo de control”, lamentó sobre un colectivo que en un 80% tiene más de 16 años y un 55%, por encima de 17. Rodríguez rechazó que se pueda “culpabilizar” al Centro de Realojo Temporal, “que no es de internamiento”, porque haya menores en la calle. A quienes critican el coste que supone atender a esos niños, Palazón les recordó que “ser español es caro”. “Yo no llevo ninguna bandera, pero procuro que viva España y que sigamos teniendo obligaciones de Derechos Humanos, no ser Marruecos”, distinguió. El activista se desmarcó de la hipótesis de Vivas de que el país vecino “aliente” la llegada de sus menores a las ciudades autónomas y llamó a la reflexión sobre por qué “no hay mafias dedicadas a introducir niños, pero sí muchas personas con influencia para introducir a sus hijos”.