Otra jornada de caos en los polígonos

El CNP efectuó varios disparos de fogueo al aire para controlar a la multitud tras una avalancha. Hoy se celebrará una reunión en la que la Delegación pedirá a los empresarios que contraten seguridad privada

En los polígonos siempre todo es igual pero cada día es distinto. Es lo que aseguran quienes mejor conocen este lugar, en el que cada día se producen avalanchas pero siempre se puede ver alguna novedad. Ayer, una vez más, el entorno de los polígonos amaneció lleno de chozas de cartón que utilizan los camalos para resguardarse del frío mientras pasan la noche cerca de esta zona para intentar recoger pronto un bulto y pasarlo por el puente del Biutz. También se produjeron avalanchas, algún que otro lanzamiento de piedras y otros objetos a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y éstos tuvieron que efectuar, como el día anterior, varios disparos de fogueo al aire para dispersar a la multitud y evitar que las avalanchas tuvieran graves consecuencias.
La avalancha más multitudinaria se produjo poco antes de las once de la mañana, cuando un importante número de porteadores comenzó a correr para alcanzar la calle del Río, o del Muro, con el objetivo de recoger un bulto y colocarse en la cola para cruzar a Marruecos. Muchos de ellos se introdujeron en naves que están ubicadas en este tramo para refugiarse o coger un paquete para llevar a Marruecos.
En este momento, los agentes del CNP tuvieron que efectuar disparos de fogueo al aire para controlar la situación, ya que en la calle que se encuentra antes de este último tramo para alcanzar el Biutz, numerosos porteadores intentaban saltarse el control policial, lo que de haberse producido hubiera provocado una aglomeración aún mayor.
Una de las novedades fue que el CNP no cerró la reja del acceso principal como en días anteriores, cuando restringían la entrada para evitar aglomeraciones, sino que estableció el filtro más atrás, ya en el interior de los polígonos, dejando así la puerta libre. Algunos comerciantes aplaudían ayer esta medida ya que cuando se cerraba la puerta algunos de ellos tenían que acudir a ella para que los agentes dejaran entrar a sus empleados y se quejaban también de que los clientes tenían dificultades para llegar a sus negocios.
El resto continuó igual, con largas colas de porteadores, bultos mucho más grandes de las medidas que se establecieron hace meses (60x40) y empresarios mostrando sus quejas porque, en algunos casos, aseguran que sus ventas han caído hasta un 85 por ciento debido a los problemas de los polígonos.

Reunión para hoy
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, se reunirá hoy con los representantes de los comerciantes de los polígonos del Tarajal para abordar los problemas de este recinto comercial e intentar buscar soluciones. Tal y como ha podido saber este medio, la Delegación del Gobierno pedirá a los empresarios que contraten seguridad privada, ya que, de lo contrario, tomaría medidas más drásticas.
Este medio ya publicó que la Delegación del Gobierno envió a los presidentes de los polígonos del Tarajal un escrito en el que les advertía de que ellos son responsables de la seguridad privada en esta zona. Éste fue enviado a raíz de las noticias aparecidas en los medios sobre la reducción de efectivos dedicados a la vigilancia de este recinto comercial.
En primer lugar, la Delegación del Gobierno les indicaba que la actividad comercial desarrollada por estos empresarios “tiene un espacio acotado y de propiedad privada, que genera enormes e intensos flujos de mercancías y personas en los viales y locales de dichos polígonos particulares”, cuya ordenación y seguridad “encajaría perfectamente” en el concepto de seguridad privada contemplado en la ley, que –les informaba– indica también que “el delegado del Gobierno podrá exigir la adopción de determinados sistemas o servicios de seguridad”.
En esta carta, el órgano gubernamental les dejó claro que el CNP no asumirá tareas de regulación de flujos de mercancías y personas en este recinto y que tampoco realizará comprobaciones de tamaños de bultos, ni regulará colas, ni tampoco interferirá en el tránsito de porteadores de un lugar a otro de los polígonos, ya que son asuntos cuya responsabilidad recae “en los empresarios que desarrollan su actividad comercial en aquel lugar”. De esta manera, añadía que la labor del CNP se limitará exclusivamente a la realización de las funciones que le son propias de acuerdo con las leyes orgánicas de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad Ciudadana. No obstante, indicaba que en caso de estimarse necesaria su actuación, sería “inmediata y la defensa del bien jurídico seguridad ciudadana primaría siempre y en todo caso sobre cualquier interés mercantil”.

Los vecinos se quejan: “No nos dejan dormir”

Los vecinos de la zona cercana al CEIP Príncipe Felipe también se ven afectados por el caos que reina en el entorno de los polígonos del Tarajal. Algunos residentes en estos edificios que se sitúan junto a este espacio comercial se quejan del ruido que les impide dormir por la noche, cuando los porteadores se distribuyen por la zona cercana a los polígonos para pasar la noche entre cartones: “No nos dejan dormir por la noche. Los gritos de las mujeres peleándose nos nos dejan pegar ojo”, comentaba un vecino en declaraciones a este medio. Personas que residen en el entorno fronterizo aseguran que los camalos esperan a que el camión de recogida de cartones se marche para colocar los que hayan recogido con anterioridad y pasar la noche para eludir así el veto a la entrada de porteadores por la frontera hasta las 7:00 horas. Garajes y viviendas en las barriadas colindantes también son lugares elegidos por los camalos para pasar la noche bajo techo por unos euros.