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Es uno de los centros con la ratio de alumnos más elevada, cuenta con un total de 939 matriculados en el actual curso
Para situarnos en el actual colegio Ortega y Gasset debemos remontarnos a octubre del 78 cuando era conocido como colegio Junta Obras del Puerto. Hoy, y después de años de reforma y ampliación, el centro cuenta con varios pabellones anexos que, no obstante, dificultan el trabajo. “El centro es enorme, no se ha seguido ninguna pauta en su diseño y permanecemos mucho tiempo desplanzándonos”, explica la directora Inés Espejo. Como contrapunto a este problema está la ratio, una de las más elevadas en centros de la ciudad, un total de 939 alumnos se encuentran matriculados durante el curso actual. Para los que el centro no ha sido dotado de las instalaciones necesarias y carece de espacios como biblioteca o aulas de apoyo, señala Espejo.
Todos sus alumnos y docentes se encuentran regidos por la seña de identidad del colegio, que lo determina como un centro acofensional, de neutralidad política, antixenófobo, defensor de derechos entre ambos sexos, abierto a la igualdad y respetuoso con la singularidad de los alumnos.
Es, además, uno de los centros que cuenta con comedor escolar, con 99 alumnos becados por el Ministerio y 16 de la Ciudad Autónoma, el servicio concentra una elevada demanda que no puede satisfacer.
Pese a no haber obtenido el certificado de centro bilingüe, los docentes han apostado por el fomento del inglés en la enseñanza, y son varias las materias que se imparten en este idioma
Con un programa educativo basado en la razón y el diálogo, son varios los proyectos implantados. Uno de reciente aplicación y que está generando grandes resultados es el taller de ajedrez, en el que actualmente trabajan los alumnos de 5º curso. Con esta asignatura se busca, entre otros, fomentar en los estudiantes hábitos intelectuales que le permitan tener razonamiento efectivo para resolver problemas. Se trata de un proyecto piloto, con carácter experimental, que nace con la voluntad de perpetuarse en cursos sucesivos y extenderse al resto de niveles dados los positivos resultados que se están obteniendo.
Fomentar el compañerismo y los principios democráticos de convivencia son otras de las máximas del centro. A razón de ello este año se ha puesto en marcha el programa apadrinamiento lector. “La iniciativa surge cuando organizamos la actividad del Gigante Pintanubes, los alumnos de Infantil tenían interés en leer el título del cuento y fueron a buscar a una estudiante de más edad para que se lo leyera. A raíz de ahí vimos que esos niños tenían ganas de aprender a leer y decidimos que fuesen los estudiantes de cursos superiores los que le leyeran un cuento y les ayudasen en el aprendizaje”, explica. Desde entonces los alumnos de 2º curso apadrinan a niños de Infantil, quienes deciden los cuentos con los que quieren comenzar su experiencia lectora.
Promover hábitos de vida saludables es otro de los objetivos del centro. Por ello, desde los primeros cursos organizan a diario un desayuno basado en estos principios. “Queremos concienciar sobre todo a las familias que los niños tiene que traer alimentos adecuados”, explica Margarita Muñoz, maestra de Infantil.