Siempre el verano es buen tiempo para llenar los huecos del tiempo que las rutinas del año dejan abiertos...Charlar sin prisas, organizar citas imposibles con compañeros de clase que ya no recuerdas, leer libros pendientes, viajar sin rumbo...Ayer tocó sesión de cine...La película PRIDE ( orgullo)
Una historia plagada de realidades sociales entroncadas con los problemas que dibujan los espacios que habitamos....Una organización de Gays y Lesbianas, deciden apoyar la huelga de mineros que tuvo lugar en Gran Bretaña en pleno Thatcherismo liberal y capitalista..
La solidaridad, los prejuicios, la tradición, los entresijos de un sindicalismo rancio y lleno de estereotipos, la reivindicación por la identidad sexual y su reconocimiento social...Pero, sobre todo, el amor, el compromiso, la amistad y la...SO-LI-DA-RI-DAD...Son muy buenos ingredientes para aderezar esos gazpachos veraniegos que te reconcilian con la vida.
Salir del armario por los que no pueden dejar de esconderse, por los perseguidos, por los señalados, por los condenados a muerte. Reivindicar la sexualidad escondida y agazapada, besar en libertad, amar sin límites.
Valgan las palabras del Presidente Zapatero para homenajear a todos los que dejaron su piel para que la sociedad dejara de convertirse en un dedo acusador contra la dignidad.
"Hoy mi Gobierno somete definitivamente a la aprobación de la Cámara el Proyecto de Ley por el que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio en estricto cumplimiento de un compromiso electoral ante la ciudadanía y ante esta Cámara.
No hemos sido los primeros, pero tengo por seguro que no seremos los últimos. Detrás vendrán otros muchos países impulsados, Señorías, por dos fuerzas imparables: la libertad y la igualdad.
Un “pequeño cambio”, un “cambio inmenso”
Se trata de un pequeño cambio en el texto legal: se agrega apenas un escueto párrafo en el que se establece que el matrimonio tendrá los mismos requisitos y los mismos efectos cuando los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo; un pequeño cambio en la letra que acarrea un cambio inmenso en las vidas de miles de compatriotas.
No estamos legislando, Señorías, para gentes remotas y extrañas. Estamos ampliando las oportunidades de felicidad para nuestros vecinos, para nuestros compañeros de trabajo, para nuestros amigos y para nuestros familiares, y a la vez estamos construyendo un país más decente, porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros.
Hoy la sociedad española da una respuesta a un grupo de personas que durante años han sido humilladas, cuyos derechos han sido ignorados, cuya dignidad ha sido ofendida, su identidad negada y su libertad reprimida. Hoy la sociedad española les devuelve el respeto que merecen, reconoce sus derechos, restaura su dignidad, afirma su identidad y restituye su libertad.
Es verdad que son tan sólo una minoría; pero su triunfo es el triunfo de todos. También aunque aún lo ignoren, es el triunfo de quienes se oponen a esta ley, porque es el triunfo de la libertad. Su victoria nos hace mejores a todos, hace mejor a nuestra convivencia
Señorías, no hay agresión ninguna al matrimonio ni a la familia en la posibilidad de que dos personas del mismo sexo se casen. Más bien al contrario, lo que hay es cauce para realizar la pretensión que tienen esas personas de ordenar sus vidas con arreglo a las normas y exigencias del matrimonio y de la familia.
Soy consciente de que algunas personas e instituciones están en profundo desacuerdo con este cambio legal. Deseo expresarles que, como otras reformas que la precedieron, esta ley no engendrará ningún mal, que su única consecuencia será el ahorro de sufrimiento inútil de seres humanos. Y una sociedad que ahorra sufrimiento inútil a sus miembros es una sociedad mejor.
En todo caso, manifiesto mi profundo respeto a esas personas y a esas instituciones, y quiero pedir además a todos quienes apoyan esta Ley ese mismo respeto. A los homosexuales, que han soportado en carne propia el escarnio y la afrenta durante años, les pido que al valor demostrado en la lucha por sus derechos sumen ahora el ejemplo de la generosidad y expresen su alegría con respeto a todas las creencias.
“Hacia la libertad y la tolerancia”
Con la aprobación de este Proyecto de Ley nuestro país da un paso más en el camino de libertad y tolerancia que inició en la Transición democrática. Nuestros hijos nos mirarían con incredulidad si les relatamos que no hace tanto tiempo sus madres tenían menos derechos que sus padres y si les contamos que las personas debían seguir unidas en matrimonio, aún por encima de su voluntad, cuando ya no eran capaces de convivir.
Hoy demostramos con esta Ley que las sociedades pueden hacerse mejores a sí mismas y que pueden ensanchar las fronteras de la tolerancia y hacer retroceder el espacio de la humillación."
Por ellos, por ellas, por tanta ternura derramada. Por mí mismo.
¡¡¡Ya no tenemos miedo!!!!