En principio, parece precipitado recomendar una decisión respecto a Ceuta en el Tratado de Schengen sin tener en cuenta previamente, una serie de circunstancias que se dan en esta ciudad y son desde luego difícilmente refutables.
Lo primero que es necesario tener claro es que España se adhirió al Tratado de Schengen incluidos todos sus territorios y por eso los españoles pasamos de un país a otro de la Unión Europea sin hacer trámite alguno. Tan solo existe una declaración respecto a los territorios de Ceuta y Melilla. Cuando alguien dice “entrar en Schengen” no es correcto porque Ceuta está en Schengen aunque con una especialidad.
Desde que Marruecos clausuró en 2018 la histórica Aduana comercial de Melilla, después prohibió en 2019 el comercio atípico en ambas ciudades a lo que tenía perfecto derecho aunque con gran perjuicio también para sus modestos porteadores, incluso cerró sine die la frontera de Ceuta en 2020 y lanzó una estratégica ofensiva en forma de miles de inmigrantes, incluso menores, en mayo de 2021, la moral de los ciudadanos en la ciudad autónoma está muy baja, sobre todo porque no ha existido que conozcamos, reacción oficial de parte española ni una estrategia para responder a todas estas circunstancias que tuvieron lugar un año tras otro, como hemos visto.
Incluso, los Reyes de España siguen sin visitar Ceuta a pesar de que esto se anunció en su momento y ello no es otra cosa que una cesión más de parte española
Cuando más se necesitaría estar unidos a Europa y a la OTAN, en la actualidad Ceuta tiene una etiqueta de territorio especial dentro de la Unión Europea porque no pertenece a la Unión Aduanera ni a las políticas agrícola o pesca y, por si fuera poco, tiene esa excepción en el Tratado de Schengen, por el que pueden entrar sin visado en la ciudad los residentes en la provincia de Tetuán. Cuatro vallas que nos distinguen y separan de los restantes territorios europeos.
Además hay una circunstancia no aclarada ni desmentida porque, según afirma Ignacio Cembrero en su documentado artículo Todo lo que España hace por Marruecos y no siempre trasciende, afirma que el Secretario de Estado para la Unión Europea Íñigo Méndez de Vigo viajó en 2013 a Ceuta para disuadir al gobierno local de que persistiese en su empeño de incorporarse a la Unión Aduanera, por cierto, petición realizada por la Asamblea de Ceuta unánimemente en diciembre de 2011. Según esto, ¿íbamos a integrarnos más en Europa y lo frenaron desde España?
Y esos habitantes marroquíes que pueden entrar en Ceuta sin visado, aumentaron considerablemente en los últimos años de forma que la población de la ciudad de Tetuán creció notablemente, al recibir numerosos marroquíes del sur. Esto quiere decir que las cifras de residentes allí se han disparado. Tenemos la célebre etiqueta de territorio especial para un número excesivo de residentes y para nada, porque ninguno puede pasar mientras nosotros mantenemos en vigor la excepción. Y este aumento desorbitado de población en Tetuán, sin posibilidades de compra mayorista por restricciones aduaneras, puede disparar las cifras de atenciones en el Hospital Universitario, mendicidad y en la inmigración ilegal, si algunos deciden pasar a Ceuta.
Es también incontestable que Marruecos, al sentirse respaldada por Estados Unidos en el Sahara, ha puesto en marcha una estrategia con objeto de arruinar a las ciudades de Ceuta y Melilla primero, y pedir su entrega después, con la pasividad hasta ahora de España, ante unas exigencias que no pararán solo en estos territorios desde luego. La respuesta ha sido oficialmente de gestos más que de hechos: visita del Presidente del Gobierno y otras autoridades, promesa sin cumplir totalmente de acoger a los inmigrantes por toda España, excepcional presencia del Presidente Vivas en Madrid y otros. Y de pronto, alguien ha pensado que la solución está en suprimir la excepción al Tratado de Schengen, exigiendo visado a los visitantes marroquíes, si es que algún día se abre la frontera y ello sin recibir nada para compensar todo lo anterior. Tan solo existe un misterioso informe que conoce por lo visto en exclusiva el diario El País.
Cuando algunos piden una adhesión inquebrantable a esa medida de integrarnos totalmente en el territorio Schengen, deberíamos tener en cuenta algunos factores, no para recomendar un cambio de opinión, sino para que antes de firmar en barbecho, se tomen unas medidas que garanticen el futuro de Ceuta en un proyecto escrito, tras un cambio tan radical del escenario.
Se supone que todo esto quedará previsto en ese misterioso informe que solo conocen muy pocas personas hasta ahora.
Al tratar este asunto, es preciso aclarar previamente que Melilla puede tener un enfoque distinto a Ceuta, dadas las diferentes características de las ciudades autónomas.
Antes de pedir apoyos a una posición determinada sobre Schengen, parecería lógico contar con ese Informe oficial para exponer al Ministerio de Asuntos Exteriores español las posiciones de los distintos sectores de la ciudad respecto a las consecuencias que se pueden producir por una decisión precipitada respecto al Tratado, si es que esas posiciones no son resueltas por el citado Informe. Y, teniendo en cuenta que la posición de la mayoría de los ceutíes parece ser la de estar totalmente integrados en Europa, sería imprescindible disponer de datos sobre las medidas que se adoptarían para que Ceuta soportara la exigencia de visados a los residentes en Tetuán.
Es importante en este asunto conocer opiniones y distintos enfoques, todos presididos por un hecho principal que es la actitud intransigente y reivindicativa de Marruecos que pone en peligro a la ciudad de Ceuta, si no se busca la mayor integración posible en la Unión Europea. Porque en este asunto convergen asuntos tan dispares e importantes como el Sahara, las relaciones con Estados Unidos, la política del mundo árabe, la Unión Europea con las presiones que soporta, Gran Bretaña como nuevo aliado de Marruecos, las relaciones de este país con Israel y tantas bazas que es imposible tener en cuenta todos los condicionantes.
Y al saber por el artículo de El País titulado Plan estratégico para evitar la asfixia económica de Ceuta y Melilla, que existe ese Informe del gobierno en el que se exponen las medidas a tomar respecto a las dos ciudades, que se pondrán en marcha este verano y que dicho diario ha tenido acceso a dicho documento, cabe preguntarse como no lo tiene la Ciudad Autónoma, para terminar de convencer a las organizaciones y entidades locales que es preciso unirse para hacer frente a la crisis.
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