La visita real

La comunicación entre humanos es una de las características más asociadas a nuestra civilización. Todos nos reunimos y platicamos de los diferentes temas del día a día. Hace pocas fechas tuvimos una conversación donde el hilo principal era la futura visita de nuestros actuales reyes: Don Felipe VI y Doña Leticia. Los puntos eran unánimes. El desacuerdo a que no vinieran a nuestra Perla del Mediterráneo. Fueron muchísimos los argumentos que se trataron y voy a desenredarlos.

El más fuerte fue que Marruecos viera con muy malas ganas que nuestros monarcas actuales fueran de visita a estas tierras españolas. Lo que tienen que hacer nuestros dirigentes es tener esa mano izquierda característica de los buenos interlocutores que tenemos desplegados en las distintas embajadas y dar unas perspectivas nuevas sobre la presencia de estos hombres que son la máxima autoridad del gobierno. Aunque al fin y al cabo sólo tenga la facultad de sancionar las Leyes y ser nuestro máximo representante en las relaciones internacionales siempre con el visto bueno de los que ocupen los sillones de nuestro gobierno. A una autoridad de esta clase no se le puede vetar.

Todavía recuerdo cuando sus padres recorrían todas las plazas de nuestro reino. Cómo estábamos entusiasmados por la visita de esos príncipes que aunque sólo viéramos unas manos saludando éramos felices. Todos íbamos ataviados con nuestras mejores galas. Yo reconozco que era un niño pero esa imagen está ahí en mi cerebro. Igual que la escultura de González Tablas que era fiel reflejo y testigo del día tan importante y señalado. Luego también nos hizo el honor ya siendo Rey Juan Carlos I y Doña Sofía de estar unas horas en este rincón caballa y la visión esta vez fue estar todos frente al Ayuntamiento y aguantar un buen tiempo a que salieran por las ventanas de nuestra casa Consistorial. Gran emoción y recuerdos de un pasado reciente. Y ahora a mi larga edad, cuando ya tenía la idea de permanecer en mi tierra guareciéndome de las altas temperaturas peninsulares y esperar el famoso día para ver a nuestras majestades, me vienen con la excusa que no pueden estar por estas tierras vaya a ser que se ofendan los dirigentes del otro lado de la frontera. Sabe lo que yo les diría. Pues un gran improperio. Que no puedo transcribir. Pero sí que puedo argumentar falta de una cosa que tienen los hombres: testículina. Y todo por ser un país que sirve a la Unión Europea como escudo para evitar la presión migratoria. Recordad que es una gran verdad.

Cuando quieren más dinero lo que hacen es mandar una serie de lanchas cargadas de personas que vienen del tercer mundo. Ese que deberíamos de tener intervenido, ayudado y estar junto a ellos para evitar las guerras, el hambre y todos los desmanes que hacen para tener metidas en las redes del terror a muchos millones de personas. Ahí es donde los cascos azules, la diplomacia, y todo el arsenal debe de intervenir para evitar el éxodo masivo de estos pobres hombres. Ahora mismo estamos bajo un chantaje. Y de momento sabéis lo que están consiguiendo aparte de mucho dinero de la Comidas Europeas: que los principales productos de ellos se estén comercializando por toda Europa en perjuicio de los nuestros. Somos, la verdad, mentes poco privilegiadas. Incluso el aceite de oliva ha sido machacado y puesto a un precio de risa. Hasta dónde vamos a aguantar el chantaje continuo. Ahora mismo hay una petición unánime. Queremos ver a nuestros monarcas igual que todos los rincones españoles. Ya que no queremos ser unos ciudadanos de segunda. Y que nos digan claro ¿que quieren hacer con nosotros?