Hace unos meses
la Guardia Civil tuvo que solicitar el apoyo
de los Bomberos para rescatar a un inmigrante abandonado a su suerte en las costas de Cádiz. Tenía la cadera rota. Salvó su vida después de haber sido arrojado de una embarcación. Ese pase, que sorprendió a los agentes por el desprecio mostrado por los implicados, forma parte de los que la Benemérita atribuye a la organización criminal internacional que este miércoles sufrió un importante golpe. Y lo sufrió en Ceuta, en donde se desplegaron desde primeras horas de la madrugada decenas de agentes para liderar la fase de explotación de la denominada Operación Soldado, que persigue delitos de tráfico de hachís, de personas y blanqueo de capitales.
Las cámaras de FaroTV fueron testigo del despliegue de agentes de la OCON (Organismo de Coordinación del Narcotráfico), GAR (Grupo de Acción Rápida), GRS (Grupo de Reserva y Seguridad) y Comandancia de Ceuta y Algeciras en las barriadas que habían sido señaladas para la práctica de hasta seis registros domiciliarios: Príncipe Alfonso, Benzú, el Morro, una nave y Juan Carlos I. Después llegaría un escenario añadido: el puerto deportivo. Durante toda la jornada los agentes decomisaron documentos que, consideran, van a ser de utilidad para sus investigaciones y detuvieron a doce personas, que forman parte de las 30 que en total han sido arrestadas en el marco de esta operación en la que se lleva trabajando, al menos, seis meses y que ha tenido como escenario otros puntos del sur peninsular.
A las detenciones se añade el precintado e intervención de embarcaciones -motos de agua y semirrígidas- que supuestamente eran empleadas para un uso por partida doble: pase de drogas o de personas, según el momento. De las once en total, tres fueron precintadas este miércoles en el puerto deportivo. Todas las actuaciones coordinadas en el marco del Plan de Seguridad del Estrecho están judicializadas y bajo secreto de sumario del juzgado de instrucción número 1.
Tal y como explicó la Guardia Civil, a esta estructura delictiva se le atribuye el movimiento de hasta cuatro toneladas de droga intervenidas en anteriores operativos, sobre todo en las costas de Algeciras y Estepona. Además se les relaciona con introducción de inmigrantes desde las costas marroquíes o ceutíes a la Península, llegando a transportar hasta 20 personas en embarcaciones de siete metros de eslora. Bajo investigación está el material informático -clave para considerar la existencia de un delito de blanqueo de capitales- y la documentación aprehendidos junto al dinero en efectivo localizado en los registros.
La operación sigue abierta por lo que podría dar pie a más detenciones, sobre todo porque algunos de los buscados no fueron localizados en sus domicilios. No obstante, indica la Guardia Civil que la principal estructura de la organización ha sido ya desarticulada. La cronología del operativo que sorprendió e hizo madrugar a los vecinos de las barriadas afectadas hay que situarla en torno a las seis de la madrugada, cuando decenas de agentes se desplegaban en los barrios señalados, con orden de entrada cursada por el juzgado y con acompañamiento de funcionarios judiciales para cumplir las garantías. A pie, guardias civiles encapuchados; desde el aire, el helicóptero; y de apoyo un agente manejando un dron para respaldar el operativo en una suerte de ajuste perfecto de las funciones que llevaban a cabo los agentes comisionados, desde quienes dirigían la operación, el OCON, hasta los que servían de apoyo para garantizar un cordón de seguridad que evitara cualquier posible disturbio, función que le fue encomendada a los GRS y GAR.
El operativo, que se encuadraba en el plan especial del Estrecho amparado por el Ministerio de Interior y que ya se ha ejecutado en diferentes zonas del sur peninsular en estos meses, se materializaba en datos concretos con las primeras detenciones en la barriada del Príncipe; ninguna en el Morro y varias intentadas en Juan Carlos I sin posibilidad de localizar a las personas a las que se buscaba. Los vecinos eran testigos silenciosos desde sus casas. Después llegaría el segundo escenario de operación: el puerto deportivo. Hasta allí acudían agentes de la Guardia Civil con el objetivo de intervenir embarcaciones presuntamente relacionadas con los pases de drogas y personas. Precintaron tres que se suman a otras intervenidas en la Península, en plena comisión del delito. Embarcaciones con un uso orientado al pase de inmigrantes o, si se terciaba, de hachís. Los guardias civiles, en menor número, acudieron al puerto deportivo para actuar sobre tres de ellos atribuidas a lo que consideran la cúpula de la organización.
Con el resultado de lo investigado la Benemérita considera culminada la parte más relevante de la ‘Soldado’ aunque no la cierra porque quedan algunos flecos por determinar. Los detenidos en Ceuta serán puestos a disposición del juzgado encargado de decretar su puesta o no en libertad mientras mantiene la causa secreta para proteger el desarrollo y avance de las investigaciones. La operación de la Benemérita en Ceuta se produce solo días después de otra desarrollada en el Campo de Gibraltar y relacionada con los mismos delitos. La apuesta por el Ministerio del Interior en la zona del sur peninsular, Ceuta y Melilla para atacar a las redes vinculadas a los tráficos de drogas y personas, así como los movimientos económicos que los sustentan, se materializa en actuaciones de este tipo.