Los vecinos de las barriada Juan XXIII organizaron este sábado el emotivo reencuentro entre Omar,
que a punto estuvo de morir ahogado en el Parque Marítimo, y el médico que le salvó la vida. Los presentes se congratularon de que Omar siga felizmente entre ellos. Sus caminos se cruzaron y ninguno de ellos podrá olvidar
este milagro de la medicina. Los padres de Omar le están profundamente agradecidos al doctor Fernando Pérez Padilla. “A él solo decirle que le voy a estar agradecida toda la vida”, reveló emocionada la madre del niño, Teresa Gómez Rovira. “Me ha devuelto a mi niño, es una cosa muy emocionante…”, dejó sin terminar la frase porque no encontraba palabras con las que describir cómo se sentía. Con lágrimas de felicidad en los ojos, y mientras una de sus hijas abrazaba a Pérez-Padilla, reflexionó: “Es algo que siempre nos va a tener vinculados. Yo supongo que mi niño, tal vez con el tiempo lo pueda olvidar, pero yo y él –el médico– somos adultos y supongo que esto marca”. La familia sigue unida hoy gracias a que un médico formado en emergencias estaba en el sitio justo en el momento preciso. Y, aunque haya reanimado a muchos pacientes, para el doctor, el caso de Omar es especial. “Estando en emergencias muchas, pero como esta ninguna por el dramatismo, incluso por la desesperación de no estar acompañado del material que solemos tener o del personal con el que suelo trabajar. Te ves solo, con un bañador”, recordó Pérez-Padilla la intervención. Pese a los contratiempos, el doctor estuvo convencido desde el primero momento de que Omar saldría adelante y no iba a desistir en ello hasta conseguirlo. Los protagonistas de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) con la que Omar renació aquella tarde, se intercambiaron obsequios entre los aplausos de los vecinos, los artífices de esta sorpresa. La madre, feliz porque su hijo está sano y salvo con ellos, a preguntas de los periodistas, reconstruyó cómo se sucedieron los hechos que conmocionaron a la sociedad ceutí. Gómez le quitó los manguitos a Omar porque el niño tenía frío, pero le dijo que iba a dejarle su careta a un amigo. Ella autorizó al pequeño pero, al volver a girarse a donde estaban ellos, vio que él no estaba. Fue cuando se acercó a la piscina de los niños y a los servicios pero ni rastro de él. “Al mirar alrededor, ví a un niño en la piscina de los mayores boca abajo y, por su bañador, es por lo que me dí cuenta de que era él”, explicó Gómez aquel momento tan difícil. Si no se desplomó ella, aseguró, “fue por la fuerza que dios me dio de tirarme a por mi niño”. Después de aquello, en aquel momento, reconoció que se sintió “sola e impotente hasta que apareció este hombre”. Pérez-Padilla zanjó la polémica sobre la asistencia sanitaria que ofrece el Parque Marítimo refiriéndose a la preparación que deben tener los socorristas. “Quiero aprovechar para decir que los socorristas son socorristas, tienen que tener una RCP básica; este niño necesitaba alguien que tuviese RCP avanzada y pediátrica. Esa titulación la puede tener un médico que se dedique a emergencias y me imagino que un Parque Marítimo no puede disponer a lo mejor de una persona de esa cualificación”, expuso Pérez-Padilla. Aunque, como dice la madre de Omar, mejor que él nadie pudo atender a su hijo.