Olga Chaves es la definición perfecta de amante del
deporte de Ceuta. Durante toda su vida, y hasta el día de hoy, su vida ha girado en torno a este mundo.
El camino que ha recorrido no ha sido fácil, muchas lesiones les han acompañado en su carrera deportiva, pero Olga nunca ha podido dejar de lado su pasión. A los 7 años arrancó con su primer deporte, el
judo. Olga Chaves acudía cada tarde al actual
colegio 'José Acosta' para desempeñar este deporte, “me ponía lo que anteriormente se llamaba kimono y mis trenzas y subía la cuesta para practicar judo. Me enganchó muchísimo hasta tal punto que llegué a sacarme el título y a competir a gran nivel”.
Para Olga Chaves el pisar un tatami le otorgaba el poder de ser ella misma, “el judo es un deporte que te hace pensar mucho. Era un sacrificio bastante grande, pero luego era muy beneficioso. Hice muy buenos amigos y me dio cosas que el deporte te da”. La exjudoca consiguió codearse con la élite de este deporte e incluso fue pre-seleccionada para los Juegos Olímpicos de Barcelona, “fue una montaña rusa. Cuanto más alto estaba, venían las lesiones. El judo me ayudó mucho a superar mis lesiones. Volvía a competir a alto nivel y luego volvía a caer. Fueron mis mejores momentos pero a la vez mis peores momentos en el aspecto de que fue muy duro”.
"El respeto que me ha dado el judo hacia el contrincante, me ha servido para los demás deportes"
Las diferentes lesiones fueron las que apartaron del tatami a Olga, “llegó un momento que después de tanto superar las lesiones, entrar en un tatami me daba fobia. Cuando yo competía éramos pocas chicas y esto va por pesos, por lo que me costaba mucho encontrar rival. Venían soldados de reemplazo y mi entrenador los utilizaba para entrenar a un nivel más alto. En uno de esos entrenamientos se me fue la rodilla. Conseguí recuperarme y conseguí más títulos, pero cuando estaba en lo más alto, las lesiones me bajaban a la realidad más cruel. Llega un momento que se te va de las manos, tu corazón quiere, tu cabeza quiere, pero la rodilla no te deja. Fue muy duro pero lo positivo que saco es que las lesiones me hizo más fuerte”.
Cuando comenzó la carrera de Magisterio, Olga se decantó por comenzar su carrera deportiva dentro del mundo del
fútbol, “nos juntamos un grupo de chicas y decidimos que queríamos jugar al fútbol. Yo no había jugado al fútbol nunca. Fundamos FUNIFE, que era Fútbol Universitario Femenino. Y a raíz de ahí, aunque ya había algunas cosas en Ceuta, nos unimos con Nicolás Rodríguez que nos ayudó desde el Centro de Profesores Antiguos. Juntamos a institutos y colegios y sacamos la primera liga federada de Ceuta. A raíz de ahí competí en esa liga, terminé la carrera y me salió un trabajo fuera. Me fui a Sevilla, y antes de llegar a la casa, aparqué en el polideportivo donde pregunté si había un equipo femenino. Tuve la suerte de que di con el Hispalis de Sevilla y directamente jugué en Primera División”. Olga Chaves desempeñó su juego con el balón tanto en pista como en césped, “aquí en Ceuta jugué al fútbol sala, que fue con lo que nos iniciamos. Una vez llegada a Sevilla fue el fútbol césped que a mí es lo que realmente más me apasiona”. Se puede decir que Olga Chaves fue una de las impulsoras del fútbol femenino en la ciudad. Cuando ella decidió pisar los terrenos de juego, a penas había representación femenina dentro de los campos de Ceuta. Hoy en día, esa lucha que llevaron a cabo, desembocó en el actual privilegio de las niñas que practican este deporte.
Inicios del fútbol femenino
La lucha por conseguir que el fútbol femenino tuviera tirón en nuestra ciudad comienza en la época en la que Olga Chaves era jugadora, “tengo una envidia muy sana de verlas. Si supieran lo poquito que había antes, ahora estarían orgullosas de las personas que lucharon tanto para que esto esté como está. A nosotras nos costaba la vida sacar equipos. Ahora la rivalidad echa un poco para atrás todo esto. Me encantaría que pensaran que todo lo que ha costado esto, hay que seguir luchándolo. Todos tenemos que remar en el mismo sentido, porque sino volvemos atrás”. Todo comenzó con el fútbol sala y de ahí hasta el día de hoy, “del sala pasamos al césped con el fútbol 7 donde hubo un número elevado de participación. Ahora, de nuevo se ha apostado por el fútbol sala. Hay que seguir manteniéndolo con ilusión y con esfuerzo”. Una lesión hace que cuelgue las botas y asume el papel de entrenadora, “empezamos en categoría provincial y quedamos campeonas. Ahí se inicio la participación nacional. Antonio me enganchó para dirigir la Comisión y desde ahí metimos al equipo en Segunda División. Comenzamos con el Carmelitas y en el último partido me lesioné. La lesión no me dejó seguir y ojalá hubiera podido porque yo me siento bien para seguir jugando”.
Otras pasiones deportivas
Además del judo y el fútbol, Olga ha practicado y sigue practicando otros deportes como el voley o el
pádel, “mis pasiones son todo lo relacionado con el deporte. Ahora intento mantenerme. Alterno un poco el voley playa. Todos los fines de semana quedamos un grupo de amigos, nos vamos temprano y a las 12 ya estamos en casa con nuestras tareas. Además he llevado equipos de Liga Escolar de voley en el colegio San Daniel, que siempre ha tenido mucha afición y los niños están muy ilusionados con el club. Ahora le pasé el testigo a un chico que lo está haciendo muy bien. Practico también el pádel, pero ya el deporte lo hago con cabeza. Si hiciera el deporte con el corazón estaría todo el día. Además, juego mis partidos de vez en cuando y hemos competido en el Campeonato de España de Veteranas. Tampoco me pueden quitar las carreras”. Pero algo que tiene claro Olga Chaves es que de todos los deportes que ha realizado, solo uno es su verdadera pasión, “mi deporte es el judo. Es lo que realmente me ha dado los valores que tengo. El fútbol también me encanta. Pero el judo es mi raíz, y de él han florecido muchos deportes que también me dan mucha vida. Yo siempre digo que si no estoy sudando no soy yo. Sino me veis con un chándal, es que algo me pasa”.
Trayectoria
Olga Chaves se puede considerar como un ejemplo de superación. Una carrera deportiva excelente en todos los ámbitos en los que ha estado. Con grandes dificultades como las lesiones, pero siempre con ganas de superar sus límites y de llegar a lo más alto.