Ojos y oídos en el Príncipe las 24 horas

El subgrupo del CNP creado para atajar la problemática de los tiroteos se acerca a su primer aniversario. Su filosofía, ser garante de la seguridad vecinal siendo contundente con el delincuente

Tiene ojos y oídos en el Príncipe las 24 horas. Su ardua labor durante este último año ha conseguido normalizar la presencia policial en este barrio, que se vea como lo que es: garante de la seguridad ciudadana y contundente con el delincuente. Esta unidad de la UPR del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) creada el 26 de noviembre del año pasado por el jefe superior, Alfonso María Sánchez, para hacer frente a la difícil situación que estaba atravesando la ciudad por el alto número de tiroteos, está recogiendo ya sus primeros frutos. Además de la normalización de la presencia policial en este barrio, este subgrupo ha conseguido llevar a cabo numerosas detenciones de personas relacionadas con tiroteos y tiene un conocimiento profundo del barrio y del delincuente. Antes de crearse esta unidad como tal, estos agentes decidieron patrullar por el Príncipe a pie, en contacto directo con el ciudadano. Su primer éxito, antes de su constitución, fue la detención, en octubre de 2014, de Nordi H.M., conocido como ‘Pincho’, después de una persecución a pie por las calles de la barriada mientras iba armado con una pistola cargada. Poco después se creaba esta unidad por el jefe superior para que el CNP tuviera una presencia constante en el lugar y pudiera hacer su trabajo con normalidad. Su filosofía se sustenta sobre tres pilares: normalizar la presencia policial en el Príncipe; ser contundentes con los malos y muy cercanos con los buenos, que son la mayoría de los vecinos; y aportar información al resto de unidades. Estos agentes tienen una máxima, que los vecinos de bien puedan estar tranquilos en su barrio, sin temer que apareza un encapuchado y dispare: “Antes, cuando llegaba una hora, la inmensa mayoría de la gente se encerraba en sus casas. Ahora el objetivo es que los buenos puedan estar en su barrio tranquilamente”, afirma el oficial, quien añade que perciben el agradecimiento de los residentes de la barriada, sobre todo de los mayores. “Están muy contentos con el trabajo que hacemos. Se ve muy necesario”, añade. Con esta protección a los vecinos, los agentes han conseguido “romper la barrera a la hora de hablar con la Policía” y tienen conocimiento de las nuevas generaciones de delincuentes. “Así logramos identificar las bandas desde el principio y conocer el funcionamiento de las mismas desde que se crean. Somos muy contundentes con quienes pueden ser potencialmente delincuentes”, apunta el oficial. La presencia de estos agentes se hace tan normal en el barrio que incluso hay niños que quieren seguir sus pasos. “Ahora les preguntas qué quieren ser de mayor y algunos dicen que quieren ser policías”. Estos agentes forman un grupo “muy disciplinado, sano, profesional y con muchísima ilusión y ganas”, lo que supone el “éxito” de su trabajo, indica el oficial. Su trabajo, no exento de presión debido a la gran exposición al riesgo que existe, ha logrado que ver a agentes del CNP haciendo su trabajo en el Príncipe forme ya parte de la rutina de la labor policial.

En busca del rastro del pistolero, paso a paso

Tienen experiencia, son disciplinados y están entregados a la labor policial, cualidades a las que se suma una máxima: ser respetuosos y protectores con los vecinos de bien y contundentes con quienes pretenden sembrar el miedo entre el vecindario. Con esta filosofía de trabajo comienza este subgrupo su trabajo, con objetivos marcados cada noche, un fin que se resume en estrechar a cada paso el cerco de los pistoleros para poder detenerlos y ponerlos en manos de la Justicia. Con una ruta diseñada de antemano, una coordinación milimétrica, unos objetivos claros y una charla previa para minimizar errores, los agentes suben a las furgonetas y se dirigen hacia el barrio del Príncipe. Una vez con los pies sobre el terreno, comienzan a andar en fila de uno y pegados a la pared, llevando al silencio como compañero para sorprender a quienes actúan al margen de la ley e intentan zarandear la tranquilidad de un barrio en el que hasta hace poco era impensable ver a agentes adentrarse por la noche a pie. Por este motivo, los delincuentes ya no campan a sus anchas por las calles pensando que se encuentran en una ‘ciudad sin ley’. Ya los agentes no escuchan disparos en otro lado del barrio cuando se adentran a hacer su trabajo. Ahora, quienes huyen de la Policía están escondidos en viviendas y evitan salir porque tienen muchas posibilidades de acabar entre rejas. El Príncipe todo lo escucha, todo lo ve, por ello los agentes tienen que actuar con sigilo para poder llegar hasta los delincuentes sin ser vistos. En una azotea un individuo controla el barrio desde las alturas, los agentes lo ven y ‘driblan’ su mirada controladora para seguir contando con el factor sorpresa como aliado. De esta manera, los policías consiguen identificar a varios individuos y cachear a quienes son sospechosos de llevar algún arma. Si la búsqueda es positiva, el sujeto es detenido y llevado a la Jefatura; si es negativa, se le da las buenas noches con el respeto que les caracteriza y continúa la ‘pateada’. En una ocasión interceptan una navaja y sustancias estupefacientes. Los agentes van equipados por si ocurre algún accidente o alguien sufre algún daño. Para ello, uno de ellos, especialista en la materia, porta un kit de primeros auxilios para dar asistencia in situ. A veces, desgraciadamente, hay que hacer uso de este kit. Es lo que ocurrió hace varios días frente al Edificio Polifuncional, donde los agentes dieron el alto a un motorista. Éste, al llegar a la altura de los policías hizo un amago y aceleró para darse a la fuga, lo que obligó a uno de los agentes a darlo todo para ‘cazarle’, sufriendo un atropello. El individuo fue detenido por atentado contra la autoridad y lesiones con agravante de empleo de vehículo de uso de motor –además, contaba con antecedentes por delito contra la seguridad vial, atentado y robo–. Después se descubrió que intentó huir porque la moto estaba embargada. El agente tuvo que ser atendido en una clínica. “Están en su barrio, señoras” Los agentes son contundentes con los delincuentes pero también muy respetuosos con los vecinos que lo único que quieren es vivir tranquilos en su barrio. Por ello, la actuación policial se desarrolla en esta zona con normalidad, sin que quienes están en la calle en ese momento supongan una amenaza para los agentes que lo que buscan es que se respeten las leyes. Un claro ejemplo tuvo lugar en la zona del zoco, donde los policías alcanzaron a un joven que conducía una moto ante la mirada de vecinos que les dejaron hacer su trabajo, algo impensable meses atrás, cuando este tipo de situaciones solían acabar en apedreamientos a los policías. “¿Podemos pasar?”, pregunta una vecina a los agentes mientras hablan con otro residente del barrio y le responde uno: “Están en su barrio, señoras”. Otro ejemplo de la buena relación entre vecinos y policías. Además de las numerosas felicitaciones que puedan recibir desde dentro del Cuerpo por su labor, la satisfacción vecinal es clave para que estos policías acudan siempre al trabajo con ganas de que el Príncipe se convierta en una barriada más. Para ello, ya cuentan con la colaboración de muchos vecinos.

Dos distinciones por una fructífera labor

Los agentes de este subgrupo de la Policía Nacional recibirán hoy condecoraciones por su labor. Se trata de la Cruz de Plata de Isabel la Católica y la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco.  La primera de ellas ha sido concedida a todos los miembros de este subgrupo, mientras que la segunda a la mitad. Esta entrega se producirá en los actos que se celebrarán hoy con motivo del patrón del Cuerpo Nacional de Policía, los Santos Ángeles Custodios.

Labor del CNP en el barrio del Príncipe (del 1-10-2014 al 17-9-2015)

Actas por estupefacientes 252

Actas por tenencia de armas 86

Despliegues a pie y fijos 1.500

Vehículos controlados 1.382

Personas identificadas 3.749

Detenidos 122 (distintos delitos)

Armas blancas recuperadas 35

Armas 11 (6 de fuego)

Vehículos robados recuperados 20

Contactos ciudadanos 281