Son, durante buena parte del verano, los ojos que velan por la seguridad de los miles de ceutíes y foráneos que se acercan a disfrutar del baño en el litoral de la ciudad.
Los voluntarios y el resto de profesionales de Cruz Roja vigilan desde sus torretas, atienden en las casetas de primeros auxilios y cumplen, jornada tras jornada, una labor que los usuarios de las playas valoran con una nota que roza el sobresaliente.
Esa gran consideración de su trabajo se la han ganado con creces. Y como muestra, el balance de actuaciones hasta el recién cerrado mes de julio. Esas cifras son elocuentes: el Servicio de Vigilancia en Playas del Departamento de Socorros, Emergencias y Salud de Cruz Roja finiquitó sus dos primeros meses en las costas ceutíes atendiendo la nada despreciable cifra de 4.328 avisos preventivos, en los que se incluyen 587 casos en los que fue necesario realizar atención sanitaria.
Por más que se repita, los bañistas parecen no percatarse de los peligros que implica el mar. Así, la incidencia más repetida en junio y julio fue la advertencia a los visitantes de que lanzarse al agua desde las escolleras es muy arriesgado. Hubo que repetirlo en una friolera de 1.393 ocasiones. El balance recogido por la organización contempla también el traslado de hasta una quincena de pacientes al Hospital Universitario por distintas dolencias.
En cuanto a las actuaciones más aparatosas, las que ha implicado rescates, cuatro se realizaron a nado y otras dos a bordo de balsas. Del resto de incidencias destaca que un usuario sufrió un infarto y otro una fractura de consideración. Y tampoco faltaron a su peculiar cita las molestas medusas, cuyas picaduras requirieron la intervención en 17 ocasiones.
No queda ahí el balance. Un joven, por ejemplo, tuvo que ser rescatado de aguas del Foso, y también se requirió en 62 ocasiones a bañistas para que no usaran arpones. Mil historias, en definitiva, que resumen la labor diaria de los efectivos de Cruz Roja desplegados en El Chorrillo y La Ribera, la costa más frecuentada, pero también en Benítez, Tarajal y La Almadraba. Y un último mensaje: pese a la colaboración de sus efectivos, Cruz Roja recomienda precaución, y mucha, para que el baño no acabe en accidente o incidencia.